El Gobierno de Afganistán informó este sábado de que la hija del embajador afgano en Pakistán fue secuestrada durante varias horas ayer, después de que la tensión entre ambos países se incrementase tras las acusaciones de que Islamabad apoya militarmente a los talibanes afganos en el paso fronterizo que han tomado.
«La Sra. Salsala Alikhil, hija del embajador de Afganistán en Islamabad, fue secuestrada mientras se dirigía a su casa el 16 de julio por desconocidos y torturada severamente en Islamabad», informó el Ministerio de Exteriores afgano en un comunicado.
La hija del embajador afgano, Najibullah Alikhil, fue liberada a las pocas horas y se encuentra en estos momentos bajo tratamiento médico en un hospital, agrega el escrito.
El ministerio de Asuntos Exteriores de Afganistán expresó además «su seria preocupación con respecto a la seguridad de sus diplomáticos, sus familiares y empleados de los consulados en Pakistán» e instó al Gobierno del país vecino a tomar medidas para garantizar la protección en las embajadas.
Asimismo, las autoridades afganas pidieron a Pakistán «que identifique y lleve ante la justicia a los autores de este crimen».
Por su parte, el ministerio de Exteriores paquistaní afirmó en un comunicado que ha puesto en marcha una investigación para aclarar lo sucedido y que ha reforzado la seguridad del embajador afgano y su familia. «Reiteramos que la seguridad de las misiones diplomáticas, así como de los diplomáticos y sus familias, es de la mayor importancia. Estos incidentes no se pueden tolerar», indicó el ministerio.
El secuestro de la hija del embajador afgano en Islamabad se produce en medio de las tensiones entre ambos países, después de que el primer vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, acusara ayer a Pakistán de estar ofreciendo apoyo militar aéreo a los talibanes en el paso fronterizo recién tomado, algo que niegan los paquistaníes.
El pasado día 13, los insurgentes tomaron el control del puesto fronterizo clave de Waesh, uno de los cuatro que conectan Afganistán con el vecino Pakistán, en el contexto de un aumento incesante de la violencia tras el anuncio de retirada de tropas de Estados Unidos y la OTAN, el pasado 1 de mayo.
Desde entonces, los talibanes han capturado más de 130 centros de distrito en todo el país, particularmente en el norte de Afganistán.