Las imágenes de un niño de diez años, que fue localizado el pasado 1 de abril en la frontera entre México y Estados Unidos, muestran en primera persona el drama de la inmigración.
En el vídeo el pequeño se acerca a unos agentes de policía para pedirles ayuda mientras llora desconsoladamente: «Yo venía con un grupo de personas y me dejaron botado y no sé dónde están».
Tal y como detalla La Sexta, el menor viajaba con 80 personas cuando le dejaron solo tras cuatro horas de camino. Al ser preguntado por la policía, explica: «Yo vengo, porque si no, ¿a dónde me voy a ir?, tal vez me pueden robar, secuestrar o algo y tengo miedo».
Esta escena recuerda a la vivida hace una semana cuando dos hermanas ecuatorianas, de 3 y 5 años, fueron arrojadas a Estados Unidos desde la valla de la frontera con México. Las cámaras de vigilancia captaron la escena, que fue difundida por las autoridades estadounidenses.
La práctica de abandonar a menores en la frontera cada vez es más habitual: esto se debe a que el gobierno de Biden, a diferencia del de Donald Trump, no deporta a los menores que llegan solos. Nius especifica que «se ha producido un efecto llamada que, de momento, deja más de 100.000 migrantes llegando a la frontera todos los meses y más de 10.000 niños 'no acompañados'».
El medio indica que los padres pagan a bandas de traficantes de seres humanos para que transporten a los menores a Estados Unidos con la esperanza de que allí consigan una vida mejor.