La reapertura del turismo hacia destinos como Mallorca, iniciativa con éxito que el Gobierno alemán desaconseja seguir, se plantea como excepción antes de una Semana Santa muy incierta para el sector por el reciente incremento de contagios de covid-19.
Este lunes, la canciller alemana, Angela Merkel, se reúne de nuevo con los jefes de Gobierno de los estados federados para analizar los pasos a seguir ante la escalada de nuevos contagios por coronavirus que han vuelvo a colocar la incidencia acumulada en siete días por encima de los 100 casos por 100.000 habitantes.
Todo apunta a que será necesario aplicar el «freno de emergencia» acordado y reintroducir parte de las restricciones que se habían levantado como parte de una proceso escalonado de reapertura de la vida pública.
Está previsto que este lunes se tome una decisión también acerca de la Semana Santa y la movilidad dentro del país entre regiones con motivo de las vacaciones.
La presidenta del estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania, Manuela Schwesig, afirmó en declaraciones a la emisora Deutschlandfunk que «nadie puede entender que la opción de unas vacaciones en Mallorca vuelva a prevalecer ahora sobre unas en el propio país por razones epidemiológicas».
En este sentido, abogó en favor de que se permitan «al menos unas vacaciones sin contacto», es decir, que las personas puedan desplazarse dentro del país por ejemplo a su segunda residencia y se preguntó por qué una estancia en Mallorca «es menos peligrosa» que sentarse en el coche y viajar una hora a la costa alemana.
En la misma línea se pronunció el jefe de Gobierno de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, en declaraciones al diario Bild al afirmar que «todavía existen esperanzas de un turismo autárquico» dentro del propio estado federado y dentro de la misma burbuja de convivencia.
En Renania-Palatinado abre este lunes la gastronomía exterior con un plan que contempla testeos y rastreos, además de las mediadas habituales de distanciamiento, higiene y uso de mascarilla, con el fin de que la gente pueda hacer excursiones a este «Land» y visitar una terraza «en lugar de viajar a Mallorca», según dijo su jefa de Gobierno, Malu Dreyer.
La restauración y la hostelería alemanas habían vuelto a pedir esta semana al gobierno un plan claro de reapertura que dé una perspectiva al sector, uno de los más afectados por la pandemia, con una caída de facturación del 39 % en 2020, según datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
En tanto, el Instituto Robert Koch (RKI) de virología instó a no viajar dentro ni fuera del país en Semana Santa con el fin de no acelerar aún más la tercera ola de la pandemia.
El viernes de la semana pasada el RKI actualizó su lista de zonas de riesgo por covid y entre las regiones que dejaron de figurar en ella se encuentran seis comunidades autónomas españolas (Baleares, Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Murcia).
Como consecuencia, la demanda de vuelos a las islas Baleares se disparó y las principales empresas turísticas y aerolíneas comenzaron a ampliar su oferta de viajes.
Esto obligó a su vez al Gobierno alemán a reiterar que «la ausencia de una alerta de viaje no es una invitación a viajar» y a llamar a la población a prescindir de desplazamientos innecesarios.
El vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, reiteró en declaraciones a Bild la necesidad de evitar una «gran oleada de viajes» por Semana Santa, algo que Alemania sencillamente no se puede permitir en la situación epidemiológica actual, dijo, y que además haría peligrar el verano de todos.
No obstante, se mostró a favor de permitir los desplazamientos dentro del país a las segundas residencias y las visitas familiares, para lo cual los tests rápidos de antígenos pueden ser una ayuda.
Esto último «ya lo hicimos posible en Navidad y en Semana Santa debería ser posible», señaló.
Mientras en Alemania el debate el lunes sobre los desplazamientos internos en vacaciones se prevé tenso, el turoperador alemán Tui retomaba este domingo los vuelos a Mallorca después de una obligada pausa por la pandemia, mientras otras compañías aéreas como Eurowings ya lo hicieron hace unos días.
El mercado alemán es el más importante para el turismo de las Baleares y en 2019, el año previo a la pandemia, la cifra de turistas procedentes de Alemania superó los 4,5 millones por cuarto año consecutivo, -casi un millón más que de Reino Unido-, según el portal de estadísticas Statista.
En 2019, los turistas alemanes gastaron en las islas unos 4.600 millones de euros, unos 165 millones menos que el año anterior. En 2020, España en su conjunto recibió 2,41 millones de turistas alemanes -lo que colocó a Alemania en el tercer mercado emisor-, mientras que en 2019 los visitantes procedente de ese país alcanzaron los 11,18 millones, cifra que fue incluso mayor en los tres años anteriores.