El primer ministro británico, Boris Johnson, admitió este viernes que, a menos que haya un cambio «fundamental» en la posición de la Unión Europea (UE), el Reino Unido se encamina a una desconexión del bloque sin acuerdo.
En una declaración televisada, el jefe del Gobierno se refirió a «una solución australiana» con la UE, lo que significa que no se cerraría un pacto y las relaciones pasarían a regirse por las normas generales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Johnson dijo que su país ha buscado desde el comienzo de las negociaciones un acuerdo similar al que la UE firmó con Canadá, basado «en la amistad y el libre comercio», dijo Johnson.
«A juzgar por la última cumbre (comunitaria) en Bruselas, esto no servirá para nuestros socios de la UE. Ellos quieren la capacidad de controlar nuestra libertad legislativa de forma continua, nuestra pesca de una manera que es completamente inaceptable para un país independiente», dijo el líder conservador en una declaración desde su residencia oficial del 10 de Downing Street.
Dado que faltan «apenas diez semanas» para que termine el acuerdo de transición, debe «juzgar sobre el posible resultado y prepararnos» para la desconexión, insistió.
El «premier» acusó, además, a la UE de no haber negociado con «seriedad» durante gran parte de los últimos meses y, dado que la cumbre parece haber descartado un acuerdo como el que hay con Canadá, ha «concluido que debemos prepararnos para el 1 de enero bajo arreglos que se parecen al australiano».
El primer ministro también pidió a las compañías y las empresas transbordadoras que se preparen para una salida sin acuerdo, si bien subrayó que el Reino Unido está dispuesto a evaluar con sus vecinos europeos asuntos prácticos como la seguridad en la aviación o la cooperación en materia nuclear.
«Pero, por la razón que sea, está claro que (...) después de 45 años de asociación, no están dispuestos, a menos que haya algún cambio fundamental de actitud», a ofrecer a su país los mismos términos que con Canadá, agregó el mandatario.
Por lo tanto, continuó Johnson, el Reino Unido se prepara para optar por otra alternativa y prosperar como país que comercie de forma independiente, al controlar sus fronteras, su pesca y establecer sus propias leyes.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, reunidos desde ayer en Bruselas, habían pedido a Londres «movimientos» para avanzar hacia un pacto que impida un Brexit abrupto el próximo 31 de diciembre, cuando habrá terminado el periodo de transición.