La tensión crece en el barco humanitario 'Ocean Viking', que gestiona SOS Mediterranée, con 180 rescatados del mar que esperan desde hace una semana poder desembarcar, hasta el punto de que algunos han amenazado con tirarse por la borda.
«La falta de solidaridad entre los Estados miembros de la UE tiene implicaciones directas para los 180 rescatados a bordo: las tensiones han crecido y algunos amenazan con tirarse», escribió la ONG francesa en su twitter.
Frédéric Penard, director de Operaciones de SOS Mediterranée, denunció en la misma red social que «dos años después del bloqueo en el mar que terminó con el 'Aquarius', el predecesor del 'Ocean Viking', navegando hasta Valencia para desembarcar a las personas rescatadas en el Mediterráneo Central, ahora estamos nuevamente en el limbo sin ninguna indicación de un puerto para desembarco».
El barco ha rescatado a 180 personas en cuatro operaciones diferentes en cinco días, en las regiones de búsqueda y rescate de Malta e Italia.
Los dos primeros rescates ocurrieron hace una semana y el barco ha enviado cinco solicitudes a las autoridades marítimas italianas y maltesas para que se les asigne un puerto de desembarco, sin obtener respuesta.
Algunos de los migrantes dijeron al equipo del barco de rescate que habían pasado de dos a cinco días en el mar antes de ser rescatados.
«Esta situación es insoportable», añadió Penard, que se pregunta qué ha pasado con el acuerdo alcanzado en Malta el pasado año para el reparto de migrantes rescatados entre varios países comunitarios.
Los supervivientes «arriesgaron sus vidas para huir de la violencia y el abuso en Libia, devastada por la guerra: las tensiones a bordo de nuestro barco están aumentando, y varios amenazan con saltar por la borda. Muchos han sufrido quemaduras por el sol y el combustible durante el tiempo que pasaron en botes», agregó el responsable de la ONG.
Entre los 180 rescatados a bordo hay dos mujeres y 25 menores, de los cuáles 17 no acompañados, y hay personas de 13 nacionalidades diferentes.