Francia corrigió este martes a la baja el número de muertos por la COVID-19 en residencias de ancianos «debido a un ajuste de los datos que llegan desde las mismas», según indicó el director general de Sanidad, Jérôme Salomon.
Así, los datos oficiales indican que el número total de fallecidos por el coronavirus en el país es de 28.022, 217 menos que los indicados la víspera.
El número de muertos en los hospitales en las últimas 24 horas aumentó en 125 personas, hasta las 17.714, mientras que en las residencias bajó, a causa del ajuste de la contabilidad, en 342, hasta situarse en las 10.308.
El pasado domingo, las cifras oficiales registraron un importante salto de la cifra de fallecidos, al integrar datos de residencias de la tercera edad.
Desde el inicio de la crisis sanitaria en Francia, 143.427 personas se han contagiado en el país, 524 de ellas en las últimas 24 horas.
Salomon indicó que el número de personas hospitalizadas se redujo en 547, hasta las 18.468, una tendencia que se observa también entre los que precisan cuidados intensivos, 1.894, 104 menos que la víspera.
El director general de Sanidad insistió en la necesidad de que los franceses acudan a su médico «al menor síntoma» de la enfermedad, para que puedan ser sometidos a test y, en caso de dar positivo, sean aislados, al igual que las personas con las que entraron en contacto.
Superada la primera semana de desescalada tras dos meses de confinamiento, Salomon aseguró que eso no significa «el fin de la epidemia», y advirtió de que en las condiciones actuales «el riesgo de contacto con el virus aumenta».
«El virus sigue ahí, es peligroso y mortal. La evolución de la epidemia depende de todos nosotros», aseguró Salomon, que apeló a mantener la distancia y a respetar las reglas de higiene de manos.