Un terremoto de 4,9 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió esta noche Albania sembrando el pánico entre la población.
Se trata del primer gran temblor tras el fuerte seísmo de 6,4 grados del 26 de noviembre, que causó 51 muertos y un millar de heridos y dejó a 15.000 personas sin techo.
Según el Instituto albanés de Geociencia, IGJEUM, el sismo sucedió a las 21.15 hora local (20.15 GMT) y tuvo su epicentro en la aldea de Bubq, al norte de la capital, Tirana.
La profundidad focal fue tan sólo de 7 kilómetros.
El terremoto se sintió en la capital y otras ciudades como Durres, Kavaja, Fushe Kruja, Elbasan, las sureñas Vlora y Gjirokastra en incluso en los países vecinos de Montenegro, Macedonia del Norte y Kosovo.
De momento no se han registrado víctimas ni daños materiales considerables, según confirmó el ministerio de Defensa.
Las televisiones locales retransmitieron imágenes en las que se ve gente presa del pánico que se ha apresurado a abandonar sus casas, algunas hogueras en las calles encendidas por los que pretenden pasar la noche a la intemperie y el momento en el que varios padres huyen con sus hijos en brazos de la sala de Urgencias pediátrica del hospital universitario de Tirana.
Hay atascos en las calles del centro de Tirana y Durres -una de las poblaciones más castigadas por el terremoto de otoño- por la cantidad de personas que han decidido circular en sus coches particulares para sentirse más seguros.
Precisamente en Durres muchos han dicho a los medios locales que prefieren pasar la noche en la calle por miedo a que sus casas, ya dañadas por el seísmo de noviembre, terminen de derrumbarse mientras duermen debido a las réplicas.
Según el IGJEUM de momento ha habido otras dos réplicas, una de las cuales alcanzó los 4,1 grados.