Un tribunal de La Haya condenó este lunes a Junaid I., un paquistaní de 27 años, a una década de prisión por amenazar y preparar un ataque contra el ultraderechista holandés Geert Wilders.
Junaid I. pretendía «sacar a un político conocido del debate público para que ya no pudiera proclamar su mensaje», explicó el juez, que recordó que el acusado quería cometer el ataque en uno de los edificios del Parlamento, «lo que, de hecho, es el corazón de la democracia».
El magistrado subrayó que el acusado «quería poner en peligro la libertad de expresión» en este país y considera probada su culpabilidad por preparar «un asesinato con fines terroristas», lo que está penado con diez años de prisión y no seis como solicitaba la Fiscalía holandesa.
Si hubiera logrado su objetivo, añade el juez, no solo habría matado a Wilders, sino que también habría cometido un ataque que habría tenido «un gran impacto en la sociedad democrática holandesa» y habría causado «una oleada de miedo, horror y consecuencias de inseguridad sobre Holanda y más allá de sus fronteras», lo cual es «muy grave».
Junaid I. viajó a La Haya desde Francia en agosto del año pasado y fue arrestado en la estación central.
La noche anterior había anunciado en un vídeo distribuido por las redes sociales que planeaba atacar el Parlamento o a Wilders, porque el político había organizado en las oficinas de su partido un concurso de caricaturas del profeta Mahoma.
Ese evento, que planeaba el líder del Partido de la Libertad (PVV) para el pasado otoño, fue cancelado poco después de la detención de este joven por «razones de seguridad».
También pesó en la sentencia el riesgo de repetición porque, según el magistrado, el acusado todavía tiene el objetivo de matar a Wilders, lo que se concluye de las conversaciones telefónicas que tuvo con su madre desde la prisión holandesa.