Uno de los heridos del tiroteo en un tranvía de la ciudad holandesa de Utrecht falleció este jueves a causa de la gravedad de las heridas sufridas el pasado día 18, lo que eleva a cuatro la cifra de muertos en ese ataque, que sigue bajo investigación policial.
La última víctima mortal es un hombre de 74 años que residía en De Meern, un pequeño pueblo de la provincia de Utrecht, en el centro de Holanda.
Una mujer de 20 años continúa hospitalizada con lesiones graves por heridas de bala, mientras que el resto de afectados ha sido dado de alta estos últimos días.
El único detenido como sospechoso del tiroteo es Gokmen Tanis, un turco de 37 años que confesó el pasado viernes ante un juez de instrucción ser el autor del ataque, aunque la Fiscalía holandesa y la Policía todavía no han dado detalles sobre los motivos que le llevaron presuntamente a matar a varias personas en un tranvía en la zona oeste de Utrecht.
Antes de confirmar sus conclusiones, las autoridades están sometiendo a Tanis a una serie de exámenes de personalidad y psiquiátricos para determinar su estado mental y definir así si se le acusará oficialmente de homicidio con objetivo terrorista o asesinato múltiple.