El Senado de EEUU votó este jueves a favor de una resolución en contra de la emergencia nacional decretada por el presidente estadounidense, Donald Trump, para financiar el muro en la frontera con México, dos semanas después de que la Cámara Baja hiciera lo mismo.
Este resultado (59-41) llegó después de que doce senadores republicanos y todos los demócratas decidieran votar contra la declaración de emergencia de Trump para desviar fondos para la construcción de un muro en el linde sur de EEUU.
Cuatro senadores del Partido Republicano -Susan Collins, Lisa Murkowski, Thom Tillin y Rand Paul- habían anunciado antes de la votación que votarían a favor de la resolución demócrata, aunque Tillin finalmente desistió y votó en línea con la mayoría de sus colegas.
Sin embargo, los senadores republicanos Mike Lee, Mitt Romney, Lamar Alexander, Marco Rubio, Jerry Morgan, Rob Portman, Roger Wicker y Roy Blunt, que no habían anticipado su voto, también votaron con los demócratas para mostrar su desacuerdo con el decreto de Trump.
La resolución contra la emergencia nacional fue presentada en la Cámara Baja por el presidente del Caucus Hispano del Congreso (CHC), Joaquín Castro, con el objetivo de censurar que Trump haya pasado por alto la autoridad legislativa de los congresistas, que no habían aprobado los fondos para el muro que desea el gobernante.
La iniciativa quedó aprobada en febrero en una votación en la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, por 245 votos a favor y 182 en contra.
Tras ser aprobada en ambas cámaras, Trump tiene el poder de vetarla y devolverla al Congreso, algo que ha advertido que hará, por lo que entonces se necesitaría el respaldo de dos tercios de la Cámara de Representantes y del Senado para hacerla efectiva, algo menos probable de que ocurra.
De todos modos, el hecho de que el Congreso, con mayoría republicana en el Senado, muestre así su disputa con Trump ya supone un golpe a la autoridad del gobernante.
«Estoy preparado para vetarlo, si es necesario», dijo hoy Trump al ser preguntado al respecto en la Casa Blanca.
Poco antes, el mandatario aseguró que la frontera sur de EEUU con México «es una pesadilla humanitaria y de seguridad nacional», aunque consideró que «se puede arreglar fácilmente».
El pasado 15 de febrero, Trump firmó una declaración de emergencia nacional, una medida extraordinaria que permite a los presidentes acceder temporalmente a una potestad especial para hacer frente a una crisis.
Trump justificó su declaración de emergencia por una supuesta «invasión» de drogas y criminales en la frontera con México.
Con ese decreto, Trump pretende reunir 6.600 millones de dólares desviados de distintas partidas ya aprobadas por el Congreso, que se sumarían a otros 1.375 otorgados por el poder legislativo para construir la barrera fronteriza.