El presidente de EE.UU., Donald Trump, buscó este martes tender puentes en el país al invitar a los congresistas a trabajar como una «nación» en su discurso anual sobre el Estado de la Unión, en el que además confirmó que Vietnam acogerá el 27 y 28 de febrero su segunda cita con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
En una alocución con una semana de retraso por el cierre administrativo más largo en la historia de Estados Unidos, Trump abordó asuntos internos como la inmigración y el «boom económico sin precedentes» del país, así como la agenda exterior, en la que habló de un posible pacto nuclear con Rusia y China, y sobre la situación de Venezuela.
«Millones de conciudadanos nos están observando ahora, reunidos aquí, esperando que gobernemos no como dos partidos, sino como una nación», dijo Trump, que vio una «nueva oportunidad en la política estadounidense».
«La victoria no es ganar para nuestro partido. La victoria es ganar para nuestro país», agregó el gobernante, quien al llegar al atril en el Congreso saludó a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, aunque durante su discurso evitó felicitarla por su llegada al cargo el 3 de enero.
Trump sí hizo un guiño a un hemiciclo con una cifra récord de mujeres: «Exactamente un siglo después de que el Congreso aprobara la enmienda constitucional que otorga a las mujeres el derecho a votar, también tenemos más mujeres que sirven en el Congreso que nunca antes», celebró.
En política exterior, Trump defendió su acercamiento diplomático a Kim y aseguró que su propia elección como mandatario ha evitado una guerra con Corea del Norte de implicaciones potencialmente mundiales.
«Si no me hubieran elegido como presidente de Estados Unidos, ahora mismo, en mi opinión, estaríamos en una guerra enorme con Corea del Norte, con millones de personas potencialmente asesinadas», insistió.
Cumbre
Aprovechó la ocasión para anunciar que su segunda cumbre con Kim se celebrará en Vietnam los próximos 27 y 28 de febrero, y defendió su «histórica búsqueda de la paz en la península coreana».
También en el ámbito internacional abrió la puerta a negociar un nuevo acuerdo nuclear tras su salida del tratado INF con Rusia, que incluya a Moscú, China y a «otros» países.
«Quizás podamos negociar un acuerdo diferente, añadiendo a China y a otros, o quizás no podamos. En ese caso, invertiremos e innovaremos más que todos los demás de lejos», puntualizó.
Por el contrario, defendió las sanciones impuestas contra Irán y su decisión de desvincularse del tratado nuclear con ese país al que acusó de ser «el principal patrocinador estatal del terrorismo"; mientras que en el caso de Afganistán opinó que «ha llegado la hora» de intentar la paz.
El gobernante presumió por otra parte de las buenas cifras que exhibe la economía estadounidense, de la que dijo que es considerada «de lejos la más potente del mundo» y que «está creciendo casi el doble de rápido» que cuando llegó a la Casa Blanca en enero de 2017.
«En tan solo dos años desde las elecciones, hemos impulsado un boom económico sin precedentes, un boom que rara vez se ha visto antes», afirmó el presidente.
No obstante, Trump alertó de que este «milagro económico» está amenazado por «guerras tontas», «ridículas investigaciones partidistas» y «la política», sin entrar en mayores detalles.
Ya en materia comercial se refirió en concreto a la relación con China, e indicó que las políticas en este campo que han regido durante años entre Pekín y Washington «han llegado a su fin».
«Estamos trabajando para dejar claro a China que tras años de ataques a nuestra industria, y de robar nuestra propiedad intelectual, el robo de trabajos y riqueza estadounidenses han llegado a su fin», subrayó Trump, para quien «revertir décadas de políticas comerciales calamitosas» es una «prioridad primordial.
Finalmente, ratificó, entre aplausos de los asistentes, su reconocimiento al «Gobierno legítimo de Venezuela» y al diputado Juan Guaidó como «nuevo presidente interino» de ese país.
«Estamos con el pueblo venezolano en su noble búsqueda de libertad y condenamos la brutalidad del régimen» de Nicolás Maduro, apuntó Trump, quien mostró su «alarma» por las «nuevas propuestas» de implantar el socialismo en Estados Unidos.