Un directivo de nacionalidad china del gigante global de las telecomunicaciones Huawei, un buque insignia tecnológico del gigante asiático, ha sido detenido en Polonia acusado de espionaje contra los intereses nacionales polacos, informó el Gobierno de este país.
Se trata de la segunda detención de un alto cargo de la multinacional china en las últimas semanas, después del arresto en diciembre de su directora ejecutiva, Meng Wanzhou.
El Ejecutivo de Varsovia -próximo a Washington- informó además hoy de la detención de un funcionario polaco, identificado como Piotr D., miembro de los servicios de seguridad estatales que trabajó en el pasado en la empresa de telefonía Orange, acusado también de espionaje.
El directivo de Huawei arrestado, identificado como Weijinga W., era el responsable de ventas de la división de la multinacional en Polonia y había trabajado presuntamente en el consulado chino en la ciudad polaca de Gdansk, según la cadena de televisión pública polaca TVP.
Las oficinas de Huawei y Orange en Varsovia han sido registradas por miembros de la agencia de contrainteligencia y seguridad nacional en el marco de esta investigación, según confirmaron las autoridades polacas.
Un juzgado de Varsovia ha decretado prisión preventiva para los detenidos, que se enfrentan a penas de hasta diez años de prisión si se demuestra que espiaron contra los intereses nacionales de Polonia.
Ambos arrestados se han declarado inocentes y se niegan a dar testimonio, según TVP, una cadena muy cercana al Gobierno polaco.
Huawei indicó en un comunicado que «está al corriente de la situación» y agregó que ha abierto una investigación para aclarar los hechos, aunque evitó entrar en detalles.
La compañía china sí aseguró que cumple con «todas las leyes y regulaciones aplicables en los países en los que opera» y que requiere a todos los empleados que también «cumplan con las leyes y regulaciones de los países en donde residen».
Por su parte, la división polaca de Orange reveló que la agencia polaca de seguridad ha recopilado material referido a un empleado, aunque no confirmó su identidad ni su posición. La empresa dijo desconocer que existía una investigación sobre esta persona y garantizó su colaboración a las autoridades.
La cadena TVP informó de que también se ha registrado la sede de la Oficina de Comunicaciones Electrónicas de Polonia, aunque este extremo no ha sido confirmado por esa institución.
Por su parte, el Gobierno chino se manifestó hoy «muy preocupado» por la detención. Una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró en declaraciones a Efe que Pekín ha solicitado un «trato justo acorde con la ley y la protección efectiva de las partes», así como de los «legítimos intereses».
El pasado diciembre, las autoridades canadienses arrestaron a la directora ejecutiva de Huawei, Meng Wanzhou, por requerimiento de Estados Unidos, dentro de una investigación por supuesta violación de las sanciones comerciales que afectan a Irán.
La detención se producía en plena guerra comercial entre Washington y Pekín.
Meng se encuentra ahora en libertad bajo fianza a la espera de que las autoridades estadounidenses presenten en Canadá su petición formal de extradición y, en caso de no hacerlo, quedará en libertad de forma automática.
Su detención inició un conflicto diplomático entre China, Canadá y EEUU, que se agravó con los arrestos en territorio chino de dos ciudadanos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, por su presunta implicación en actividades que, según Pekín, ponen en peligro la seguridad nacional del país asiático.
En los últimos meses, varios países occidentales han mostrado sus reservas respecto a la expansión de Huawei y su sensible participación en la creación de las redes mundiales de telecomunicaciones 5G, unas sospechas que Pekín considera infundadas.
En septiembre el Gobierno australiano vetó a Huawei y a ZTE (otra gran empresa de telecomunicaciones china) de la construcción de la red nacional de 5G por «razones de seguridad» y por la «dependencia» de ambas empresas del Ejecutivo chino.
El FBI estadounidense advirtió en 2018 de que el Gobierno de China podría estar espiando a ciudadanos de EE.UU. que usan teléfonos inteligentes fabricados por la compañía Huawei.