El Departamento de Salud de Nueva Jersey informó este martes de la muerte de seis niños que estaban ingresados en un centro sanitario del estado por un brote de adenovirus, así como de la infección de otros doce.
Los pacientes de pediatría, cuya edad no se ha dado a conocer, estaban en el Wanaque Center and Rehabilitation en Haskell, donde las autoridades han ordenado que no sean admitidos nuevos pacientes mientras se investiga el asunto, indicó el Departamento en un comunicado.
Añadió, en una declaración, que tuvo conocimiento sobre enfermedades respiratorias en ese centro el pasado 9 de octubre y desde entonces ha permanecido «en estrecha comunicación» con el mismo.
Efectivos de Salud han estado este martes en el centro sanitario después de hallar el pasado domingo deficiencias menores en el lavado de manos, y siguen «trabajando de cerca en asuntos de control de las infecciones», que abarcan un total de 18 casos, incluidos los de los fallecidos.
Los adenovirus son un grupo de virus comunes que causan una gama de enfermedades como bronquitis, neumonía, síntomas parecidos al resfriado, dolor de garganta, diarrea y conjuntivitis, que pueden afectar a personas de cualquier edad, de acuerdo con los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
Según los CDC, estos virus se contagian a través de contacto personal con un afectado, como tocar o estrechar su mano, o al toser y estornudar.
También sucede al tocar un objeto o una superficie con el virus y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos antes de lavarse las manos.
La agencia sanitaria señaló que habitualmente los virus provocan enfermedades leves en niños pequeños, pero la cepa particular del adenovirus, tipo 7, uno de los más comunes, está afectando a «niños médicamente frágiles con sistemas inmunitarios en grave peligro».
«La cepa ha sido asociada particularmente con enfermedades en establecimientos de vida en común y puede ser más grave», sostuvo.
El Wanaque Center es una infraestructura que acoge a niños y adultos con condiciones de salud frágiles, que dependen de un respirador y requieren de cuidados prolongados. También hay pacientes cuya salud no está afectada.
Asimismo, la portavoz Nicole Kirgan indicó que las edades e información médica no se están difundiendo para proteger la privacidad de los pacientes.