El rapero francés Nick Conrad, al que la justicia investiga por una canción en la que pide «colgar a los blancos» y «matar a bebés blancos», se defiende diciendo que se han sacado de su contexto sus palabras y que el controvertido vídeo musical «es una ficción».
«Este clip tenía como primera vocación trazar la historia del pueblo negro. Es un espejo, una respuesta a las injusticias vividas por mi comunidad desde la esclavitud», explica en una entrevista publicada hoy por «Le Parisien», en la que dice haberse inspirado en su experiencia personal como negro y en lo que observa como artista.
Si a su parecer «el hombre negro siempre debe hacer más esfuerzos para integrarse y entrar en el molde» en la escuela, en la calle o en una entrevista de trabajo, con su vídeo, «que no es más que ficción, he querido invertir los papeles del hombre blanco y del hombre negro. Y proponer una percepción diferente de la esclavitud».
La grabación, que lleva por título «Colgad a los blancos» y que fue subida hace unos días a internet, muestra el secuestro y el asesinato de un hombre blanco sobre fondo de una canción en la que se dice: «Entro en las guarderías, mato a bebés blancos, cogedlos rápido y colgad a sus padres, descuartizadlos para pasar el tiempo y divertir a los niños negros de todas las edades».
Nick Conrad afirma que las frases más chocantes se basan en las declaraciones de William Lynch, un estadounidense del siglo XVIII que daba instrucciones sobre cómo domar a un negro.
También que su clip debía formar parte de una miniserie con otros episodios que «vendrían a completar y argumentar (su) reflexión».
El rapero reconoció que «tal vez» habría hecho falta el contexto de esa reflexión, pero se queja de que algunos que le critican se hayan quedado bloqueados en una lectura literal. «Yo sólo quería comunicar un mensaje simple: aceptémonos los unos a los otros con nuestras diferencias», señala.
La Fiscalía francesa ha abierto una investigación por «provocación pública a cometer un crimen o un delito» y el ministro del Interior, Gérard Collomb, ordenó a la policía que se retirara de internet y de otros canales los contenidos, que calificó de «abyectos».