Al menos 20 personas murieron y otras 70 resultaron heridas en dos explosiones ocurridas hoy en un lapso de apenas dos horas en un barrio chií de Kabul, la primera en un centro deportivo y la segunda muy cerca del mismo lugar cuando los servicios de emergencia y los periodistas habían acudido al área.
«En los dos ataques terroristas han muerto hasta ahora 20 personas, todas ellas civiles, y otras 70 han resultado heridas. El número podría cambiar en las próximas horas», informó en una nota el portavoz adjunto del Ministerio de Interior afgano, Nasrat Rahimi.
La segunda explosión formaba parte de una táctica habitual de los insurgentes, que buscan elevar las bajas al atacar a los equipos de emergencia y periodistas que acuden al lugar del primer atentado, un objetivo que volvieron a lograr en esta ocasión.
«Con mi pesar, desafortunadamente varios periodistas resultaron también muertos y heridos en el ataque terrorista de esta noche», aseguró por su parte en un comunicado Shah Hussain Murtazawi, portavoz adjunto del presidente afgano, Ashraf Gani.
Ese segundo atentado «se debió a la detonación de un coche cargado de explosivos», explicó a Efe el portavoz de la Policía capitalina, Hashmat Stanekzai, quien detalló que el vehículo «estaba aparcado cerca del lugar de la primera explosión».
El ataque inicial se produjo sobre las 18.00 hora local (13.30 GMT) en el oeste de la capital afgana en un club deportivo en el que se había reunido un grupo de atletas, indicó Stanekzai.
Dasht-e-Barchi, el barrio donde ocurrieron las explosiones, fue a mediados de agosto pasado objeto de otro atentado contra un centro educativo en el que murieron 34 estudiantes y más de medio centenar sufrieron heridas.
Esta no fue la primera vez que los insurgentes atacaban un centro chií, ya que ha habido casos de atentados contra edificios culturales y religiosos, especialmente de la minoría étnica hazara.
También a principios de agosto tuvo lugar otra acción contra la comunidad chií en la provincia de Paktia, en el este de Afganistán, donde 30 personas murieron y 81 resultaron heridas en un ataque suicida a una mezquita de esta minoría.
Los ataques contra esta comunidad suelen ser reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico.