La canciller alemana, Angela Merkel, ha reconocido este lunes que a veces intercambia con el presidente ruso, Vladimir Putin, cerveza alemana por pescado ahumado.
«Es conocido que al presidente ruso le gusta beber cerveza alemana y a veces existe la posibilidad de intercambiar. Yo he recibido alguna vez un buen pescado ahumado», ha comentado sonriendo en la rueda de prensa previa a la firma del contrato de coalición alemán al ser preguntada por las declaraciones de Putin en las que indicaba que Merkel le envía cerveza alemana.
Putin trabajó en los años de la extinta República Democrática Alemana (RDA) como agente de los servicios secretos de la Unión Soviética, el KGB, en la ciudad alemana de Dresde, en el este del país, donde aprendió a valorar la cerveza local.
«Angela me envía de vez en cuando un par de botellas de cerveza Radeberger», señala el mandatario sobre la fábrica de cerveza de Dresde, en una película sobre su persona de cara a las elecciones presidenciales del 18 de marzo emitida este fin de semana.