Las milicias kurdosirias han acusado al Ejército Libre Sirio (ELS), una guerrilla enemiga asociada con Turquía, de mutilar a una combatiente kurda en la región de Afrin.
La mujer, identificada como Barin Kobane y perteneciente a la sección femenina de las Unidades de Protección Popular (YPG), murió esta semana en los combates cerca de Bulbul, en el norte de Afrin. Al poco de fallecer, comenzaron a aparecer en redes sociales vídeos de su cadáver, semidesnudo, con los pechos y los genitales amputados.
«Esto está dedicado a los cerdos del PKK», dice una voz en uno de los vídeos, en referencia a las milicias del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, en guerra con Turquía, y aliadas de las YPG.
El Ejército Libre Sirio ha prometido una investigación sobre el incidente y ha asegurado que ha comenzado a recabar pruebas ante lo que, de confirmarse, sería un comportamiento impropio de sus filas, según ha informado el jefe del «Estado Mayor» de estas milicias, Salim Idris.
«El Ejército Libre Sirio opera en el marco de la operación Rama de Olivo [que Turquía está desarrollando en Afrin], para liberar a nuestra gente, los kurdos, y la tierra de las milicias terroristas de las YPG. Nosotros tratamos a nuestros capturados de acuerdo con la ley islámica», según la nota recogida por la agencia kurda Rudaw.
Del mismo modo se ha expresado otro responsable del ELS, Zeyad Haji Obeid, que reconoció implícitamente la autenticidad de las imágenes. «Ni nosotros ni nadie vamos a tolerar una conducta así. Esto se ha cometido a nivel individual y los responsables se enfrentarán a represalias», ha dicho.
Por su parte, la sección femenina de las YPG, las Unidades Femeninas de Protección o YPJ, han mostrado su preocupación ante «el silencio de la opinión pública que ha visto esta brutalidad». Kobane tenía alrededor de 20 años, se unió a la unidad kurda de mujeres conocida como YPJ en 2015 y «falleció junto a otras cuatro compañeras» en las mismas hostilidades.