La reina Isabel II recibió oficialmente este miércoles a los reyes de España, Felipe VI y Letizia, en la sede de la Guardia de Honor, en el centro de Londres, en la primera visita de Estado de un monarca español al Reino Unido desde 1986.
En una tradicional ceremonia y en un día nuboso en Londres, la jefa de Estado británica, acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, y los ministros de su Gobierno, recibió con todos los honores a los reyes españoles. Tras la ceremonia de bienvenida, Isabel II ofreció un almuerzo privado a los monarcas españoles en Buckingham Palace, donde se alojarán durante su visita.
Por la tarde, en el segundo discurso pronunciado por un monarca español ante el Parlamento británico, tras el que hace 31 años leyó el rey Juan Carlos, Felipe VI expresó a los parlamentarios británicos su confianza en que el diálogo necesario y el esfuerzo de los dos Gobiernos permitirán avanzar hacia soluciones aceptables para todos en el contencioso sobre Gibraltar, ante el que ambos países redoblarán su determinación para superar diferencias.
Felipe VI animó asimismo a los dos Ejecutivos a seguir trabajando para que el acuerdo de salida del Reino Unido de la UE garantice la «necesaria confianza y certidumbre» a los cientos de miles de españoles y británicos residentes en los respectivos países.
Durante su intervención en una sesión conjunta extraordinaria de las dos Cámaras británicas celebrada en la Royal Gallery del Palacio de Westminster, leída casi íntegramente en inglés, el Rey manifestó además su solidaridad y la de España con el pueblo británico ante la «cobarde violencia terrorista», contexto en el que ha rendido tributo al español Ignacio Echevarría, fallecido en el atentado del 3 de junio en Londres. Don Felipe elogió la dignidad del pueblo del Reino Unido, así como su entereza y fe en la victoria, que «harán prevalecer una y otra vez la libertad sobre cualquier forma de fanatismo».
Con toda la pompa
Con toda la pompa y los honores que marca el protocolo británico, la reina Isabel de Inglaterra II recibió a los reyes de España en una colorida ceremonia en el Horse Guards Parade, en la que Felipe VI saludó a la monarca, de 91 años, con un beso en la mejilla y otro en la mano.
Mil soldados de Infantería de los diversos regimientos de la Guardia Real, así como 250 efectivos de la Caballería de la Guardia, rindieron honores en esta ceremonia, celebrada en un lugar de gran simbolismo para la Corona británica pues en ella tiene lugar cada año a comienzos de junio el «Trooping the Colour», con el que se aprovecha para festejar públicamente el cumpleaños de la reina.
Felipe VI y Letizia llegaron a la explanada acompañados por el príncipe de Gales y su esposa, la duquesa de Cornualles, desde el hotel donde se alojaron la víspera al inicio de la su visita, tras su llegada al aeropuerto de Stansted, no sin antes protagonizar una divertida anécdota.
Como marca la costumbre española, los reyes de España fueron a saludar al heredero de la corona británica y a su esposa con dos besos, uno en cada mejilla, momento en el que la pareja no supo hacia qué lado debían girar la cabeza, provocando las sonrisas de los ahí congregados.
Cena en Buckingham Palace
La reina Isabel II de Inglaterra aseguró en la noche de este miércoles que confía en que una relación «fundada en unos vínculos tan fuertes» como la existente entre España y el Reino Unido, garantice la prosperidad de ambas naciones, «sean cuales sean los desafíos que vengan» en el futuro.
La monarca británica recalcó, durante su discurso en la cena de gala en Buckingham Palace, ofrecida con motivo de la visita oficial de los Reyes de España, las «experiencias compartidas y estrechas conexiones» entre los dos países, en un contexto marcado por el «brexit».
En una sutil referencia al peñón de Gibraltar, la reina mencionó que «con una historia compartida tan considerable» resulta inevitable que haya habido asuntos en los que «las posiciones no hayan coincidido» pero dijo que la «intensidad» de la amistad entre los dos países «ha generado un sólido espíritu de cooperación y buena voluntad».
Isabel II, de 91 años, dio la bienvenida en su nombre y el de su esposo, el duque de Edimburgo a los Reyes de España, que llegaron ayer, martes, a Londres, en la primera visita de Estado realizada en 31 años y que durará hasta el viernes.
«Esta visita es una expresión del profundo respeto y amistad que une a España y a Reino Unido», apuntó la reina de Inglaterra, que recordó los vínculos que unen a ambas familias reales desde el matrimonio entre el Rey Alfonso XIII y la princesa Victoria Eugenia.
«Fue hace ya más de un siglo que tu bisabuelo, el rey Alfonso XIII, conoció a su futura mujer, la princesa Victoria Eugenia, la nieta de la reina Victoria, en este mismo salón», rememoró dirigiéndose a Felipe VI.
La soberana británica afirmó que Victoria Eugenia, como reina de España, «cimentó unos fuertes vínculos entre nosotros», una relación que continúo don Juan, conde de Barcelona.
Además, sostuvo que tanto su esposo, el príncipe Felipe, como ella recuerdan «con mucho afecto» la visita de Estado hecha por el Rey Juan Carlos y doña Sofía en 1986.
«Su majestad el Rey Juan Carlos fue el primer monarca en la historia en hablar en el Parlamento, un tributo al papel que desempeñó en la transición española a la democracia y la confirmación de que era el Rey de todos los españoles», indicó.
Isabel II evocó aquel discurso, en el que el hoy rey emérito hizo referencia al entonces príncipe Felipe, que acababa de cumplir la mayoría de edad y de jurar la Constitución española en el Congreso de los Diputados.
«La relación entre nuestros dos países es dinámica y moderna. Somos aliados en la lucha conjunta por mejorar la seguridad en Europa y en todo el planeta», continúo.
El trabajo conjunto entre las fuerzas armadas españolas y británicas, así como los miles de estudiantes y científicos españoles acogidos por universidades del Reino Unido fueron también mencionados por la anfitriona de la cena, a la que asisten numerosos empresarios españoles.
«El Reino Unido es el principal país europeo beneficiario de la inversión española», manifestó, antes de declarar que ambos países son «aliados fiables y amigos».
«Apreciamos profundamente la importante contribución que España hace a nuestro país y queremos asegurar una amistad duradera», concluyó la monarca, no sin antes invitar a alzar las copas a los comensales y brindar por los Reyes de España.