El hombre que este miércoles tomó varios rehenes en un céntrico banco de la capital rusa y amenazó con detonar una bomba se entregó a la policía y comparecerá este jueves ante la Justicia, informó el Comité de Instrucción de Rusia.
El secuestrador, un empresario de 55 años, identificado como Aram Petrosián, llevaba adosada en el pecho una caja, que dijo que era una bomba y que resultó contener sal común.
«Dijo que no tiene nada contra la gente del banco, pero contra el banco sí. Seguidamente, aseguró que no se proponía robar el banco, sino tomarlo y exigió negociaciones con la policía», comentó una fuente policial a la agencia Interfax.
La policía acordonó la zona próxima al banco y entabló negociaciones con Petrosián, quien tras un tiempo accedió a liberar a sus rehenes, tras lo cual se entregó a las autoridades.
Antes de tomar la sucursal bancaria, el secuestrador publicó en internet un vídeo dirigido al presidente ruso, Vladímir Putin, en el que le anunció su propósito y le pidió adoptar medidas contra las quiebras de empresas y personas físicas, así como crear un organismo estatal para resolver este problema.
«Si por alguna casualidad salgo vivo, le pido como persona (...) que sea mi abogado», afirma Petrosián en su llamamiento al jefe del Kremlin.