El excanciller y exministro de Exteriores alemán Guido Westerwelle, que tenía una casa en Son Vida, en Palma, ha muerto a los 54 años de edad en Colonia a consecuencia de la leucemia que padecía desde hacía años, anunció este viernes la fundación que lleva su nombre.
«Hemos luchado. Teníamos el objetivo a la vista. Estamos agradecidos por un tiempo juntos increíblemente bueno. El amor perdura», anunció en un mensaje la Fundación Westerwelle en su página web, acompañado de una fotografía del político y su pareja, Michael Mronz.
Westerwelle, que también ejerció como presidente del Partido Liberal Alemán (FDP), fue responsable de la diplomacia alemana en la pasada legislatura (2009-2013) en un gobierno encabezado por Angela Merkel y respaldado en el Bundestag (cámara baja) por una coalición de conservadores y liberales.
El político abandonó totalmente la vida pública tras anunciar su enfermedad, en junio de 2014, y tan sólo reapareció brevemente el pasado otoño, para presentar su libro «Zwischen zwei Leben» ('Entre dos vidas') a través de un par de extensas entrevistas que combinaban lo humano y lo político.
Su relación con Mallorca es larga y en diversas ocasiones habló y defendió las bonanzas de la isla, donde participió en diversas actividades. A principios del año 2014, Westerwelle recibió en Palma la Medalla de Oro del Fomento del Turismo de Mallorca de manos de José Ramón Bauzá.
Entonces se dio a entender que su tratamiento contra la leucemia estaba dando resultados y que era posible su recuperación, aunque su situación empeoró sensiblemente a partir de diciembre y tuvo que ser ingresado.
Westerwelle fue una de las figuras más conocidas de la política alemana durante décadas y tras muchos años en la oposición durante el gobierno roji-verde del canciller Gerhard Schröder, logró alcanzar el Ejecutivo junto a Merkel, a la que unía una amistad.