Las autoridades kuwaitíes han anunciado el arresto de 18 sospechosos por su presunta implicación en el atentado de ayer contra la mezquita de Imán Al Sadiq, que costó la vida a 27 personas y dejó heridas a 222, perpetrado por un terrorista suicida identificado como Abú Suleiman Al-Muwahhid, miembro de una supuesta filial de Estado Islámico conocida como Provincia de Nadj.
«Al Muwahhid entró en la mezquita, gritó tres veces 'Dios es grande' y estalló al lado de los feligreses de la última fila», declaró al 'Kuwait Times' el imán de la mezquita, Hamed Hadi al Salé, en lo que se trata del primer atentado suicida contra una mezquita chií que se recuerda en Kuwait.
El primer ministro, Jaber Mubarak Al Sabá, ha calificado el atentado de «ataque directo contra la unidad» de un país donde un 30 por ciento de su población es de confesión chií.
Tras visitar la mezquita atacada, el emir de Kuwait, Sabá al Ahmad al Jaber al Sabá, y el príncipe heredero han recalcado que el pueblo kuwaití ha dejado claro que rechaza este «acto criminal». El emir ha condenado el atentado y el hecho de que se haya registrado en pleno Ramadán, al tiempo que ha confiado en que sus responsables sean detenidos y llevados ante la justicia.
Por su parte, el primer ministro ha afirmado que los autores de este ataque son «despiadados» y que sus almas «están vacías de los principios del islam y de sus nobles enseñanzas». Tras el atentado, el emir de Kuwait ha ordenado que el sábado sea declarado día de luto nacional.