La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo hoy que 1.727 inmigrantes han muerto en lo que va de año en su intento por cruzar el Mediterráneo y llegar a suelo europeo, treinta veces más que en el mismo periodo del año pasado.
Entre el 1 de enero y el 21 de abril del año pasado se habían reportado 56 muertes de inmigrantes en el Mediterráneo.
El periodo más trágico se ha registrado en la última semana, con más de un millar de ahogados.
Sólo este fin de semana, 770 inmigrantes sucumbieron al naufragar las lanchas en las que habían partido de Libia con la esperanza de llegar a Italia.
A ellos se suman, en los últimos siete días, otros 400 muertos el pasado día 14 y cincuenta adicionales tres días después, además de cifras menores de ahogados a diario.
De la última tragedia confirmada en el Mediterráneo, con el naufragio de una embarcación que se cree transportaba a unos 800 inmigrantes, sólo se logró rescatar a 28 supervivientes que fueron trasladados a la localidad de Catania, en Sicilia (Italia).
Se trata en su mayoría de personas procedentes de África subsahariana, concretamente de Mali, Gambia, Costa de Marfil, Eritrea, Senegal y Sierra Leona.
También había un ciudadano de Bangladesh y otro de Túnez, según precisó la OIM.
La Organización confirmó que el lunes recibió una llamada en su oficina de Roma sobre dos o más botes en peligro, uno de ellos con aparentemente de 150 a 200 inmigrantes, y el segundo con unos 300.
Según las llamadas recibidas, ya se habrían registrado una veintena de muertes entre ellos.
«El paradero de esos inmigrantes no ha sido confirmado, pero hemos sido informados de que una operación de búsqueda y rescate para ellos empezó ayer por la noche», precisó el portavoz de la OIM, Joel Millman.