Este lunes por la mañana llegaron al puerto de La Valeta, en Malta, los cadáveres de 24 inmigrantes del último naufragio en el Canal de Sicilia y 27 supervivientes a bordo de una embarcación de la Guardia Costera italiana, informaron fuentes de dicho cuerpo.
Las autoridades maltesas, que en colaboración con Italia se están haciendo cargo de la búsqueda de los inmigrantes desaparecidos tras el naufragio, se han hecho cargo de los cadáveres recuperados y de 27 de los 28 supervivientes.
El otro inmigrante rescatado con vida, y que dijo provenir de Bangladesh, fue trasladado ayer en helicóptero a la isla de Sicilia, donde relató que en el pesquero que naufragó a 70 millas de las costas de Libia y 120 millas de la isla italiana de Lampedusa viajaban 950 personas, de ellas 40-50 niños y cerca de 200 mujeres.
Hacinados
Este superviviente relató además que la mayoría de ocupantes, que provenían de países como Argelia, Egipto, Somalia, Nigeria, Senegal, Malí, Zambia, Bangladesh y Ghana, fueron encerrados en los compartimentos más bajos del barco por los traficantes, lo que habría impedido su huida en el momento del naufragio.
Según las primeras informaciones, el incidente tuvo lugar en torno a la medianoche, a unos 190 kilómetros de la costa italiana de Lampedusa. El servicio de Guardacostas italiano detectó que el barco, de unos 20 metros de eslora, tenía problemas de navegación, por lo que decidió alertar a un pesquero cercano, el 'Rey Jacob', de bandera portuguesa, para auxiliar a sus ocupantes.
En cuanto los inmigrantes se dieron cuenta de que el pesquero se estaba aproximando y se lanzaron simultáneamente hacia uno de los lados para llamar la atención del barco, que volcó debido al súbito desplazamiento de peso.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ya ha expresado su temor de que el naufragio pueda convertirse en la mayor tragedia de la historia de los desplazamientos de inmigrantes en el Mediterráneo.