El Papa comerá este sábado con 90 presos en la cárcel de Nápoles de Poggioreale, de los cuáles 10 son transexuales, y serán los propios detenidos los cocineros, como parte del programa de la visita del Pontífice a esta ciudad italiana, según ha informado la televisión de la Conferencia Episcopal de Italia.
El Pontífice saldrá del Vaticano a las 7,00 horas en helicóptero y aterrizará en el Santuario de Pompeya donde dedicará unos minutos a la oración.
Desde allí, se trasladará también en helicóptero a Nápoles donde se encontrará con grupos de personas vulnerables en la Plaza Juan Pablo II. Durante su viaje también se reunirá con religiosos y con los diáconos que se encargan del mantenimiento de la Basílica de Nápoles.
Está previsto que el pontífice argentino visite el barrio Sciampia de la periferia de Nápoles, donde se reunirá con jóvenes empresarios y representantes del mundo de la cultura, una zona conocida por ser uno de los lugares controlados por la mafia de la Camorra.