La caída del Muro de Berlín hace 25 años, que fue la antesala del fin de la Guerra Fría entre Oriente y Occidente, mostró al mundo que «los sueños pueden hacerse realidad» y debería inspirar a la gente atrapada en la tiranía en otros lugares, dijo el domingo la canciller alemana, Angela Merkel.
Las festividades para conmemorar el aniversario han atraído a más de 100.000 ciudadanos de Berlín y turistas al centro de la ciudad antiguamente dividida.
Muchas personas caminaban por los lugares donde una vez se erigió el muro y 7.000 globos iluminados estaban amarrados sobre palos a 3,6 metros, que era la altura de la barrera construida en 1961 por la Alemania Oriental comunista.
Merkel, que era una científica de 35 años en Berlín Oriental comunista cuando probó por primera vez la libertad el 9 de noviembre de 1989, dijo en un discurso que la apertura del muro en respuesta a la enorme presión popular será recordada eternamente como un triunfo del espíritu humano.
«La caída del Muro de Berlín nos mostró que los sueños pueden hacerse realidad y que nada tiene que permanecer de la forma en que está, no importa lo grandes que puedan parecer los obstáculos», declaró Merkel, que ahora tiene 60 años y que ha liderado a la Alemania unificada desde el 2005.
«Mostró que tenemos el poder de dar forma a nuestro destino y hacer las cosas mejores», agregó, observando que la gente en Ucrania, Siria, Irak y otros lugares del mundo deberían sentirse alentadas por el ejemplo de la súbita caída del muro.
Los alemanes, que tienen pocos aniversarios para conmemorar tras un historial del siglo XX de guerra y beligerancia, se han aferrado a los recuerdos de la revolución pacífica en Alemania Oriental que llevó a la caída del muro como un momento brillante en su historia.
El despliegue artístico de globos, que ilustran en forma dramática cómo el muro pasaba por el corazón de Berlín, también permite el tránsito de las personas entre el antiguo Berlín Occidental y Oriental.
Los globos serán lanzados el domingo por la noche, para recrear simbólicamente el colapso del muro.
«Tenemos todos los motivos para celebrar», dijo el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, cuyo gobierno municipal ha estado reconstruyendo pequeños fragmentos del muro para la posteridad y para el turismo después de que casi todo el concreto original fue rápidamente demolido hace más de dos décadas.
«Todos estábamos felices en ese momento que de hubiera caído (el muro) y (por eso) fue demolido», comentó.
El Muro de Berlín fue construido en 1961 para impedir que los alemanes orientales huyeran a Occidente. Comenzó como una pared de ladrillos, pero luego fue fortificado con una pantalla blanca doble de concreto que rodeaba Berlín Occidental, cortando calles, pasando por cementerios y separando a familias.
Al menos 138 personas murieron tratando de escapar a Berlín Occidental y muchos de los que fueron capturados terminaron en la cárcel.
Los regímenes comunistas colapsaron ante levantamientos populares en Europa del Este en 1989, señalando el fin de la Guerra Fría, de la cual el Muro de Berlín se había convertido en un símbolo.