El ultraderechista Frente Nacional francés, liderado por Marine le Pen, se impuso el domingo en las elecciones parciales celebradas en el cantón de Brignoles (en el sureste del país), ante una incertidumbre creciente en los dos partidos mayoritarios y especialmente en la izquierda, que ha quedado apeada para la segunda vuelta.
En unos comicios marcados por la alta abstención, el candidato del Frente Nacional, Laurent Lopez, logró el 40,4 por ciento de los sufragios, ampliamente por encima del 20,7 obtenido por la aspirante de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Catherine Delzers.
Segunda vuelta
Ambos políticos pasan ahora a segunda vuelta y dejan fuera al representante del Partido Comunista, Laurent Carratal, que se tuvo que conformar con el 14,6 por ciento del apoyo popular. Carratal contaba también con el apoyo del Partido Socialista.
La votación de Brignoles, donde viven unas 15.000 personas, ha trascendido del ámbito local al nacional al reflejar sobre el papel lo que coinciden en pronosticar todas las encuestas. «Para la izquierda, es una reprimenda muy clara», ha resumido el portavoz del Partido Socialista, David Assouline.
El portavoz socialista ha subrayado la necesidad de que la izquierda esté «unida» en escenarios como el de Brignoles, donde el Frente Nacional aparece «fuerte». Así, ha recordado que, si se suman los votos obtenidos por los candidatos del Partido Comunista y del Partido Verde, habría una opción ajena a la derecha en la segunda ronda el 13 de octubre.
Desde las filas socialistas ya han surgido voces que piden abiertamente el apoyo para la candidata de la UMP en segunda vuelta. El ministro de Trabajo, Michel Sapin, ha llamado a votar por «el único candidato republicano», en una alusión velada a Delzers.
Un diputado conservador, Jérome Chartier, ha marcado distancias con el Partido Socialista, al que ha acusado de seguir una «estrategia arcaica» incapaz de frenar la «espiral destructiva» del Frente Nacional.