El presidente de EEUU, Barack Obama, se comprometió ayer a presentar en enero propuestas «específicas» para un mayor control de las armas al definir la violencia causada por ellas como una «epidemia» que golpea diariamente a un país conmocionado aún por la tragedia de Newtown.
Según Obama, el país tiene «una profunda obligación» de debatir sobre el control de las armas, cuya posesión está protegida por la Constitución estadounidense, tras la masacre de Newtown, donde el pasado viernes Adam Lanza mató a 20 niños y a 6 adultos en una escuela después de haber asesinado a su madre y después se suicidó.
Acción
«Esta vez, las palabras deben llevar a la acción», afirmó Obama en una comparecencia en la sala de prensa de la Casa Blanca. El vicepresidente, Joe Biden, presente en la comparecencia de Obama y que durante sus años en el Senado abogó por controles más estrictos a la posesión de armas, liderará un grupo de trabajo del que formarán parte los departamentos de Salud, Justicia, Educación y Seguridad Nacional.
Sus recomendaciones para acometer «reformas reales» deberán ser presentadas en breve a Obama, quien se comprometió a plantear «propuestas muy específicas» sobre el control de armas en el discurso anual sobre el Estado de la Unión, que ofrecerá en enero. Todo indica que entre las propuesta figurarán la prohibición de fusiles de asalto o la revisión de antrecedentes de los compradores.
Por otra parte, Adam Lanza disparó cuatro veces en la cabeza a su madre, Nancy Lanza, cuando dormía, según ha informó el director de la Oficina del Forense de Connecticut, Wayne Carver. Carver ha explicado, además, que las autopsias tanto del autor como de su madre ya han finalizado y señaló que el joven de 20 años se quitó la vida con un disparo en la frente.
Carver ha descartado que Adam estuviera bajo medicación en el momento en que perpetró la masacre, como se había barajado tras las declaraciones de su tío Jonathan, quien dijo que su sobrino estaba siendo tratado contra la esquizofrenia.