El fondo de rescate permanente de la eurozona se convirtió ayer en «plenamente operativo», un paso que fue calificado por los ministros de Finanzas de «hito» en su respuesta contra la crisis, pese a que quedan incógnitas clave por despejar.
«La inauguración y puesta en marcha del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) es un hito muy importante para la UE y la zona del euro», celebró el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.
El vicepresidente económico de la Comisión Europea destacó que el MEDE «provee un cortafuegos permanente y una potente caja de herramientas con instrumentos efectivos y flexibles» y supone un «importante pilar» para una unión económica y monetaria.
Perspectivas
Pese a los retos que enfrenta, Rehn dijo ser «menos pesimista sobre las perspectivas futuras de la zona euro» que hace unos meses, precisamente por la entrada en vigor del MEDE, pero también por el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE) y las reformas emprendidas en países como España.
El MEDE será globalmente la mayor institución financiera internacional con una fuerte base de capital de 700.000 millones de euros, de los que 80.000 millones serán aportaciones directas de capital, disponibles en su totalidad a principios de 2014, y el resto se dará como capital movilizable y garantías.
El fondo permanente gestionará los futuros rescates, aunque los países del euro solo podrán acceder a partir de marzo próximo a estas ayudas si han ratificado el pacto fiscal, que obliga a incluir la «regla de oro» (límite al déficit estructural anual) en sus legislaciones.