El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se declaró hoy «seriamente decepcionado» por el anuncio de la expropiación del 51 % de YPF por parte del Gobierno argentino, y pidió a Argentina que honre sus compromisos internacionales y bilaterales con España.
«La Comisión Europea ya trasladó sus preocupaciones al Gobierno argentino, enfatizamos en la necesidad de que se encuentre soluciones de mutuo acuerdo que no dañen el clima de negocios y por eso estoy seriamente decepcionado por el anuncio de ayer», señaló Barroso a la prensa tras reunirse con el presidente de la República Federal de Alemania, Joachim Gauck.
El presidente del Ejecutivo comunitario recalcó que espera de las autoridades argentinas que «respeten sus compromisos y obligaciones internacionales, especialmente aquellos que resultan del acuerdo bilateral sobre la protección de inversiones con España».
Barroso ha pedido a los servicios comunitarios que «sigan de cerca» este asunto y que le den además «máxima prioridad».
Ya ayer, el portavoz comunitario de Comercio, John Clancy, advirtió a Argentina de que la expropiación del 51 % del capital social de YPF, controlada por la española Repsol, enviaría una señal «muy negativa» a los inversores y podría dañar seriamente el clima de negocio en el país.
Clancy expresó el deseo de la Comisión Europea de que las diferencias entre el Gobierno argentino y Repsol YPF puedan ser limadas a través de una solución común que satisfaga a ambas partes.
El Ejecutivo comunitario aboga en este sentido, tal y como ha indicado hoy Barroso, por encontrar una «solución de mutuo acuerdo que no dañe el clima empresarial y las relaciones entre la UE y Argentina».
La semana pasada, la Comisión Europea dijo que está «del lado de España» en esta polémica con Argentina, aunque ha reconocido que la UE no cuenta en la actualidad con mecanismos jurídicos para presionar al país latinoamericano con el fin de que cumpla sus compromisos en relación con las inversiones de empresas de países comunitarios en su territorio.
El Ejecutivo comunitario prevé expresar su preocupación por el impacto negativo que puede tener la expropiación en los intereses económicos y comerciales de la UE y en las relaciones bilaterales durante la reunión del comité conjunto UE-Argentina que tendrá lugar los próximos 19 y 20 de abril en Buenos Aires.