La misión internacional que supervisa el programa de reformas y de ajustes de Grecia dio hoy luz verde a la entrega al país heleno del sexto tramo de la asistencia financiera y que asciende a 8.000 millones de euros.
La misión internacional, conocida como troika, está formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Una vez que el Eurogrupo y el comité ejecutivo del FMI hayan aprobado las conclusiones de la quinta revisión -la que acaba de concluir la misión en Atenas- estará disponible el tramo de 8.000 millones de euros, probablemente a principios de noviembre», aseguró la troika, según un comunicado difundido en Bruselas.
De los 8.000 millones de euros, 5.800 millones proceden de los Estados miembros de la zona del euro y los 2.200 millones restantes del FMI.
La troika considera que el éxito del programa sigue dependiendo de que se movilice la financiación «adecuada» del sector privado y del sector público, y que las discusiones sobre la implicación de los acreedores privados y las garantías dadas por los líderes europeos el pasado 21 de julio hacen pensar que el programa seguirá contando con financiación.
Los supervisores destacaron que las autoridades griegas siguen realizando «importantes progresos», sobre todo con respecto a la consolidación fiscal, pero afirmaron que para lograr una mayor reducción del déficit de manera socialmente aceptable y establecer la base de una recuperación es «esencial» poner más énfasis en las reformas estructurales del sector público y la economía.
La misión concluyó ayer su evaluación de las reformas estructurales y ajustes que está llevando a cabo Atenas como condición para recibir la ayuda internacional y evitar su quiebra.
Su visto bueno implica una nueva entrega de fondos, que hasta ahora había estado en el aire porque los avances en Grecia no se habían producido de acuerdo con lo esperado.
El informe de los inspectores confirma que la recesión será más profunda en Grecia de lo anticipado en junio y que la recuperación sólo se espera de 2013 en adelante.
En el ámbito fiscal y a pesar de la profunda recesión, el Gobierno heleno ha logrado una importante reducción en el déficit, pero no logrará el objetivo para 2011, en parte debido a la nueva caída del PIB y también por desviaciones en la aplicación de algunas de las medidas acordadas, reconocen los supervisores.
En cuanto a 2012, la misión cree que las medidas adicionales anunciadas por el Gobierno, en combinación con una puesta en marcha decidida de la estrategia fiscal a medio plazo, debería ser suficiente para reorientar el programa fiscal y garantizar que se cumple el objetivo de déficit de 14.900 millones de euros.
A más largo plazo, entre 2013 y 2014, los supervisores estiman que probablemente serán necesarias medidas adicionales centradas en el gasto para alcanzar los objetivos del programa y consideran que esas medidas deberían adoptarse en el marco de una actualización de la estrategia fiscal en 2012.
Sobre la privatización de empresas estatales, la evaluación ha mostrado que se ha avanzado en la creación de un fondo gestionado «de forma profesional», pero los ingresos en 2011 serán menores de lo esperado debido a retrasos en la preparación de los activos a privatizar y por el empeoramiento de las condiciones del mercado.
La troika insta al Ejecutivo del primer ministro griego, Yorgos Papandréu, a asegurar que el fondo se mantenga independiente de presiones políticas, un factor clave para el éxito en este ámbito.
El Gobierno heleno sigue comprometido, no obstante, con la meta de lograr unos ingresos de 35.000 millones de euros a finales de 2014, constatan los expertos internacionales.
Los supervisores también se refirieron a las reformas estructurales y consideraron que ha habido un progreso «desigual», si bien se han registrado avances en sectores como el del transporte o las profesiones reguladas, por lo que volver a impulsar las reformas sigue siendo un reto fundamental.