El presidente francés, Nicolas Sarkozy, fue zarandeado ayer por la mañana sin consecuencias durante una visita a la localidad de Brax, en Lot-et-Garonne (suroeste), mientras saludaba a un grupo de personas que esperaban a su paso.
El agresor, un hombre de 32 años, agarró a Sarkozy de la solapa de su americana y trató de tirarle hacia una barrera que contenía a la multitud, instantes antes de que los guardaespaldas que le custodiaban y efectivos de seguridad se avalanzasen sobre la escena.
El hombre, que llegó a ser inmovilizado sobre el suelo, fue trasladado a la comisaría de Agen, según explicaron las autoridades. Sobre el agresor se ha abierto «el proceso judicial normal», explicaron fuentes de la Gendarmería.
Fuentes judiciales consultadas por France Info indicaron que los hechos podrían ser considerados como un caso de violencia con agravante y derivar en una condena de hasta tres años de prisión y 45.000 euros de multa.
Sarkozy, que podría competir por la reelección en 10 meses, estuvo involucrado en varios altercados verbales en los primeros años de su presidencia, incluyendo un incidente durante una caminata en la que le dijo a un hombre: «Vete al diablo, perdedor».