Una delegación de los rebeldes libios, encabezada por su responsable de Exteriores, Mahmud Yibril, se reunió el viernes en Washington con altos funcionarios de la Casa Blanca para pedir que el Consejo Nacional de Transición, su órgano de Gobierno, sea reconocido diplómaticamente, y para soliticar ayuda económica para su causa.
EE UU les ha recibido como «un interlocutor legítimo y creíble», pero sin llegar a expresar un reconocimiento oficial como representantes legítimos del pueblo libio, como pedían ellos.
Tom Donilon, consejero de Seguridad de la Casa Blanca, aplaudió -en un comunicado emitido tras la reunión con Yibril- «el compromiso del Consejo con una transición política incluyente y un futuro democrático para Libia».
En el encuentro se abordó «cómo EE UU y la coalición aliada pueden aportar apoyo adicional al Consejo de Transición», pero no han trascendido más detalles sobre su conversación.
Gadafi
Lo que sí ha hecho Washington es insistir una vez más en que Muamar el Gadafi, el dirigente de Libia, «ha perdido su ligitimidad para gobernar» y debe abandonar el poder de inmediato. Yibril había apuntado en un artículo de opinión enviado a The New York Times que el reconocimiento diplomático «aislaría aún más al régimen de Gadafi en Trípoli, aumentaría la moral de la oposición y mejoraría el acceso a la ayuda humanitaria y diplomática».
«Lo que necesitamos es que la gente entienda nuestra causa y nos ayude a conseguir nuestros derechos legítimos», reivindicó Yibril ante la prensa antes de la reunión. También advirtió que la falta de fondos podría poner en peligro sus objetivos.