Seis hombres fueron detenidos hoy en el centro de Londres en relación con una posible amenaza terrorista contra el papa Benedicto XVI durante su visita al Reino Unido, confirmó la Policía británica.
Según las fuerzas del orden, estas seis personas fueron arrestadas a las 04.45 GMT por la Unidad Antiterrorista de la Policía Metropolitana de Londres, en virtud de la ley Antiterrorista del año 2000, y están siendo interrogadas en una comisaría de la capital británica.
Los sospechosos -de 26, 27, 29, 36, 40 y 50 años, en su mayoría argelinos- fueron detenidos bajo sospecha de comisión, preparación e instigación de actos terroristas, según Scotland Yard.
La Policía no ha hallado de momento «artefactos peligrosos» en las dependencias que ha examinado, aunque continúa efectuando registros en varios puntos del norte y el este de Londres.
Las autoridades tratan de establecer el alcance de la amenaza que supuestamente planeaban los sospechosos, aunque no se cree que preparasen un atentado masivo.
No se han modificado las medidas de seguridad relativas a la visita papal ni tampoco el itinerario del Pontífice, y tampoco ha cambiado el nivel de alerta terrorista en el Reino Unido, informó la Policía.
El ayuntamiento del barrio de Westminster, en el centro de Londres, confirmó por su parte que los seis detenidos trabajaban como barrenderos para el distrito a través de la empresa de subcontratación Veolia Environment Services.
De hecho, fueron arrestados en el depósito de esta empresa en la calle Chiltern, cerca de la estación de Paddington, en el centro de la capital, cuando se preparaban para empezar su turno.
«Las detenciones de hoy fueron en respuesta a información recibida por la Policía. Después de una investigación inicial por parte de los detectives, se tomó la decisión de arrestar a los cinco hombres», declaró un portavoz policial.
«Tras los arrestos de hoy, los planes de la Policía (en materia de seguridad) para la visita papal han sido revisados y estamos satisfechos de que el actual plan policial es aún el apropiado», añadió.
Puntualizó que «el itinerario no ha sido modificado. No hay cambios en el nivel de amenaza del Reino Unido».
El Papa llegó ayer a Escocia para una visita de cuatro días al Reino Unido, la primera de Estado de un Pontífice a este país desde que Enrique VIII rompiera con Roma en 1534.
El anterior viaje de un Papa a este país fue el que hizo su predecesor, Juan Pablo II, en 1982, aunque fue una visita pastoral y no de Estado.
El punto culminante del viaje tendrá lugar el domingo en Birmingham (centro de Inglaterra), donde el Pontífice beatificará al cardenal John Henry Newman, intelectual convertido desde el anglicanismo.