El consejero delegado de la petrolera BP, Tony Hayward, muy criticado a raíz de la crisis por el derrame de crudo en el golfo de México, negocia los términos de su salida de la empresa, según ha revelado la cadena británica BBC.
El anuncio de la dimisión de Hayward puede ser anunciada hoy después de una reunión que celebrará el consejo de administración. Pese a esta noticia, un portavoz de BP se limitó a decir ayer que el consejero delegado tiene «el total apoyo del consejo y de la dirección» y que no haría ningún comentario sobre «especulaciones».
La prensa británica había conjeturado en los últimos días que Hayward, de 53 años, podía retirarse a finales de agosto o en septiembre, a fin de restablecer la reputación de BP. Hayward, que ha estado en la compañía durante 28 años, no convenció a los miembros del Congreso de EEUU con los que se reunió el mes pasado en EEUU, pues no respondió como se esperaba a las preguntas sobre el accidente y el vertido en el golfo de México.
Pero la gota que colmó el vaso fue cuando, en plena crisis, cogió su yate de 15 metros, valorado en 565.000 euros, para participar con su hijo en una regata en la isla de Wright, en el sur del Reino Unido.
De acuerdo con la cadena británica, Hayward puede ser sustituido por el estadounidense Bob Dudley, actualmente a cargo de las operaciones de limpieza de BP en el golfo.
Además, la petrolera tiene previsto dar a conocer mañana los resultados correspondientes al segundo trimestre del año. Se espera que -siempre según información de la BBC- BP dé a conocer una provisión de 21.660 millones de euros para cubrir los costes de la campana colocada en el pozo para frenar el vertido, las indemnizaciones correspondientes y las multas que esté obligada a pagar por el accidente, lo que resultará en unas importantes pérdidas para el segundo trimestre del año.
En los últimos meses las acciones de BP han perdido valor a raíz del vertido y posterior hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon de la petrolera, el pasado 20 de abril. En junio los títulos de la empresa llegaron a colocarse en su nivel más bajo desde agosto de 1996.
BP informó de que el coste que le supone el vertido es de 3.500 millones de dólares (2.779 millones de euros) y unas 46.000 personas y unos 6.400 barcos han participado en las labores de limpieza de la zona.
BP insiste en que es una compañía fuerte y puede afrontar la crisis, gracias a la generación de efectivo y las facilidades bancarias.