El coche bomba que estalló ayer en la localidad de Holywood, junto a un cuartel militar donde los servicios secretos británicos tiene su sede para Irlanda del Norte, y que no ha causado heridos, era un taxi que fue robado poco antes de la explosión, según una portavoz de la Policía irlandesa.
«El taxista salió (de su coche) y gritó '`es una bomba! `Es una bomba!', y el artefacto estalló mientras estábamos evacuando el área», explicó la portavoz antes citada.
La explosión, que se produjo a las 00.24 hora local (23.24 del domingo hora peninsular española) tuvo lugar cuando se va a producir la transferencia de poder en materia de Justicia e Interior al Gobierno regional norirlandés, ya que hasta entonces el Ejecutivo central de Londres era el que tenía estas competencias.
Transferencia
El pasado mes de marzo la asamblea norirlandesa aprobó esta transferencia por 88 votos contra 17, que correspondieron a parlamentarios unionistas. Las discrepancias acerca de esta tranferencia es uno de los principales problemas políticos del Ulster, y ha creado serias fricciones entre los dos miembros de la coalición gobernante, los unionistas del DUP y los republicanos del Sinn Féin.
A pesar de que hasta ahora ningún grupo se ha responsabilizado del ataque, hace días que la Policía y numerosos analistas habían predecido rebrotes violentos que serían perpetrados por extremistas republicanos que no creen en el proceso de paz y siguen abogando por la unidad política de toda la isla de Irlanda.
La Policía, por su parte, afirmó que el riesgo de ataque era severo y las fuerzas de seguridad serían el principal objetivo.
Hoy lunes se reunirá la asamblea regional norirlandesa para votar la designación del nuevo ministro de Justicia, que de este modo sería el primer político del Ulster que ocuparía el cargo en 38 años.