La organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) ha demandado la excarcelación de varios islamistas presos en Mauritania a cambio de la liberación de los tres cooperantes españoles que mantiene en su poder en el norte de Mali, informaron hoy a Efe fuentes próximas a la negociación.
Hasta el momento la rama magrebí de Al Qaeda había exigido la puesta en libertad de islamistas presos en el caso del rehén francés Pierre Camatte, liberado el 23 de febrero, y de la pareja italiana que aún mantiene secuestrada, pero no había hecho referencia a los cooperantes españoles en sus últimos comunicados.
Esa ausencia de reivindicación, unida al optimismo expresado en las últimas semanas por las autoridades malienses respecto a los españoles, hacía pensar en que el grupo que secuestró a Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta, se limitaba a pedir un rescate económico por ellos.
La exigencia de liberación de activistas islamistas encarcelados en Mauritania puede complicar significativamente las posibilidades de una pronta resolución del secuestro, según indicaron a Efe las fuentes citadas.
El primer ministro mauritano, Mulay Uld Mohamed Lagdaf, aseguró ayer, jueves, en una conferencia de prensa en Nuakchot que su país «jamás negociará con los terroristas» de AQMI para excarcelar a presos salafistas a cambio de la liberación de rehenes.
Lagdaf explicó que «se están siguiendo tres estrategias para tratar la cuestión del terrorismo», y que ninguna de ellas pasa por la negociación.
Según expuso, estas vías son: el diálogo con los terroristas para convencerles de la contradicción entre sus métodos y la religión musulmana; la inserción de los jóvenes mauritanos a través de proyectos económicos, y, «finalmente, la fuerza».
De hecho Mauritania llamó a consultas la semana pasada a su embajador en Mali en protesta por la puesta en libertad de cuatro islamistas encarcelados en Bamako (entre ellos un mauritano), una de las condiciones exigidas por Al Qaeda para liberar a Camatte.
También Argelia retiró provisionalmente a su embajador en Mali y criticó duramente la liberación de los activistas, que consideró una «actitud no amistosa» por parte de Bamako en contra de la Convención bilateral de cooperación judicial entre ambos países.
Al Qaeda había exigido la liberación de varios presos islamistas en Mauritania a cambio de los rehenes italianos Sergio Cicala, de 65 años, y su esposa Philomene Kabouré, de 39 años y originaria de Burkina Faso, sobre quienes fijó un primer ultimátum que venció el lunes, 1 de marzo.
Los italianos fueron secuestrados el 17 de diciembre en el sudeste de Mauritania cuando se dirigían en automóvil hacia Burkina Faso.
El pasado domingo AQMI difundió una grabación en la que Cicala exhortó a la «gran generosidad» del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para salvar su vida y la de su cónyuge.
Los tres españoles, cooperantes de la ONG barcelonesa Acció Solidaria, fueron secuestrados el 29 de noviembre igualmente en Mauritania, cuando integraban un convoy con ayuda humanitaria que transitaba por la principal carretera del país.
Posteriormente fueron llevados al norte de Mali, al igual que los italianos.