EFE-LONDRES
La investigación pública británica sobre la guerra de Irak (2003) empezó ayer con la intervención de su responsable, John Chilcot, que prometió un análisis «a fondo», justo» y «riguroso» del conflicto para no repetir errores.
La esperada pesquisa, en la que no se juzga a nadie y que se celebra en el centro de conferencias Queen Elizabeth II de Londres, tiene como objetivo sacar a la luz las circunstancias del conflicto desde el verano de 2001 a julio de 2009, por lo que serán entrevistados testigos clave, entre ellos el ex primer ministro Tony Blair.
Los primeros en prestar ayer declaración fueron Peter Ricketts, ex presidente del Comité Conjunto de Inteligencia en 2001; Simon Webb, antiguo director de política del Ministerio de Defensa, y William Patey, quien fuera jefe del Departamento de Oriente Medio en el Ministerio de Asuntos Exteriores en ese año.
Según explicó hoy Ricketts, en 2001, algunos sectores del nuevo Gobierno del ex presidente de EEUU George W.Bush ya hablaban de un posible «cambio de régimen» en Irak.
Ricketts citó el caso de un artículo de la entonces asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice (después secretaria de Estado), en el que advertía de que «nada cambiará» en Irak hasta que Sadam Husein -ex presidente iraquí- se marche del poder.
Antes de su introducción, Chilcot, ex subsecretario permanente del Ministerio para Irlanda del Norte, pidió un minuto de silencio en recuerdo de los caídos en la guerra de Irak, mientras fuera miembros de la Coalición Parad la Guerra se manifestaban portando máscaras de Blair y dinero manchado de rojo como si fuera sangre.
Chilcot preside un comité que examinará la preparación de la invasión, la información de Inteligencia utilizada para su justificación, el propio conflicto y la posguerra.
«La investigación sobre Irak fue establecida para identificar lo que se puede aprender de la participación del Reino Unido en Irak a fin de ayudar a futuros Gobiernos que puedan afrontar situaciones similares», destacó el presidente al informar sobre cómo se desarrollará la misma hasta que ésta termine a finales de 2010.
Destacó que el comité es «independiente», no responde a «ningún partido político» y su principal objetivo es evaluar las pruebas que se presenten.