EFE/REUTERS-RAWALPINDI
Entre cuatro y cinco terroristas que ayer atacaron el cuartel general del Ejército de Pakistán en Rawalpindi, cerca de Islamabad, continuaban en el complejo y tenían al menos a diez miembros de las fuerzas de seguridad como rehenes, informó una fuente militar, pese a que anoche soltaron a ocho personas.
El portavoz del Ejército, Athar Abbas, explicó que la instalación está ahora rodeada por las fuerzas de seguridad. Otra fuente militar había dicho previamente que efectivos del Ejército habían rodeado tras horas de persecución a los dos únicos terroristas que habían sobrevivido al ataque registrado por la mañana, en el que fallecieron seis soldados paquistaníes y cuatro insurgentes.
Armas automáticas
De acuerdo con esta versión, un grupo de varios insurgentes, provistos de armas automáticas y vestidos con uniformes oficiales, llegaron en una furgoneta a las inmediaciones del complejo militar. Los integristas sortearon un primer puesto de control tras abrir fuego contra los guardias y después avanzaron hacia un segundo, donde fueron detenidos, tras lo cual se inició un tiroteo con las fuerzas de seguridad en el que también hubo al menos tres explosiones de granada.
Tanto el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, como el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenaron el ataque, según sendos comunicados oficiales. El suceso llega después de que el viernes un atentado suicida causara medio centenar de muertos y casi 100 heridos en una zona comercial de la ciudad noroccidental de Peshawar.
Las fuerzas de seguridad combaten actualmente en varias áreas del noroeste de Pakistán a la insurgencia talibán, que ha amenazado con responder con ataques en todo el país y reivindicó la acción de ayer.
Milicianos islamistas relacionados con Al Qaeda han lanzado numerosos ataques durante los últimos años, la mayoría dirigidos contra las fuerzas de seguridad y blancos extranjeros. Los milicianos han atacado blancos militares en Rawalpindi anteriormente.
El lunes un suicida con bomba atacó una oficina de las Naciones Unidas en la capital, Islamabad, además del atentado de un hombre suicida con coche bomba en Peshawar.