MACARENA VIDAL-WASHINGTON
El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció ayer el abandono del proyecto de un escudo antimisiles en Europa concebido por la anterior administración de Bush y que se verá sustituido por un sistema con «un nuevo enfoque».
El fin del proyecto puede abrir el camino para una mejora de las relaciones con Rusia, que había protestado enérgicamente contra ese escudo, pero ha sido acogido con malestar entre una oposición republicana que acusa a Obama de debilitar la defensa del país.
En una declaración ante los medios de apenas tres minutos en la Casa Blanca, y tras la que no admitió preguntas, Obama quiso responder precisamente a estas últimas críticas con la promesa de que el nuevo sistema no debilitará la defensa en Europa, sino que la reforzará, será más eficiente y más económico.
«Nuestra nueva arquitectura de defensa antimisiles en Europa aportará defensas más fuertes, más inteligentes y más rápidas a las fuerzas estadounidenses y sus aliados» de la OTAN, sostuvo el presidente.
El Gobierno de EEUU había concebido el sistema para atajar posibles ataques desde Irán pero Rusia lo veía como una amenaza contra su territorio.
La decisión se adoptó, según dijo Obama, por la recomendación «unánime» de los responsables militares. El secretario de Defensa, Robert Gates, explicó que han cambiado las premisas acerca de la capacidad balística de Irán.
Hasta ahora se había sobrevalorado la amenaza procedente de los misiles de largo alcance iraníes, mientras que los servicios secretos consideran ahora que el verdadero peligro podría provenir de los misiles de corto y medio alcance.
Estos, señaló Gates, «se están desarrollando de manera más rápida de lo previsto».
El nuevo sistema tendrá sus interceptores en tierra y mar. En una primera fase se dotará a buques Aegis de interceptores.
Además, el nuevo sistema contará con un sistema de radares móviles, más ágil que el previsto hasta ahora, que permitirá detectar el posible lanzamiento de misiles de corto y medio alcance.
En una segunda fase se instalarían interceptores en tierra. En particular, precisó, EEUU prevé ahora desplegar para 2015 en Polonia y la República Checa interceptores SM-3, concebidos para destruir misiles de corto y medio alcance.
El proyecto que había concebido la Administración Bush tenía previsto el despliegue de un sistema de radares en la República Checa y una decena de interceptores en Polonia, para lo que ya se habían firmado los correspondientes acuerdos bilaterales.