La periodista Laura Ling, liberada por Corea del Norte junto con su colega Euna Lee, describió cómo fueron llamadas a una reunión por sorpresa y, tras encontrar, de repente allí, al ex-presidente Bill Clinton, supieron que «la pesadilla llegaba a su fin».
Ling y Lee arribaron al aeropuerto Bob Hope de Burbank (California) menos de 24 horas después de que una gestión de Clinton obtuviera del presidente norcoreano Kim Jong Il un perdón para las dos periodistas detenidas en marzo en la frontera de Corea del Norte y China.
«Temíamos que nos enviaran a un campo de trabajo», dijo, emocionada Ling en una conferencia de prensa después del reencuentro con su familia. En junio las dos estadounidenses fueron sentenciadas a 12 años de prisión y trabajo.
Conmocionadas
«Pero sin más aviso nos llevaron a un sitio para una reunión, y cuando se abrió la puerta allí vimos... al presidente Clinton», agregó. «Quedamos conmovidas y supe que la pesadilla de nuestras vidas llegaba a su fin».
«Ahora estamos de vuelta en casa y libres», dijo Ling, quien agradeció al presidente Barack Obama, a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y también expresó «gratitud al gobierno de Corea del Norte por la amnistía concedida».
Los familiares de Ling y Lee, así como docenas de periodistas y funcionarios, se habían congregado desde horas antes en el aeropuerto para darles la bienvenida.
El reencuentro con sus familiares, al pie de la escalerilla del avión, seguido en directo por las cámaras de televisión, fue extremadamente emotivo, especialmente por la forma en la que la hija menor de Euna se agarró al cuello de su madre nada más verla.
Entre las personalidades que les esperaban en el aeropuerto junto a su familia, se encontraba el ex-vicepresidente Al Gore, que es el fundador de la cadena de televisión en la que trabajan.
Minutos después de que bajaran del avión las liberadas lo hizo el ex-presidente Bill Clinton, quien fue efusivamente saludado por su colega, Al Gore, así como por los familiares de las detenidas, quienes le expresaron su agradecimiento.
Clinton viajó a Pyongyang el lunes y se reunió durante más de tres horas con el presidente norcoreano Kim Jong Il, quien luego ordenó la libertad de Ling y Lee como gesto de buena voluntad hacia las periodistas.