El jefe de la policía nacional iraní, general Ismail Ahmadi Moghadam, acusó ayer a la televisión británica BBC de haber orquestado los disturbios postelectorales en Irán y afirmó que las denuncias de fraude estaban preparadas con antelación.
«La BBC y la embajada británica realizaron todos los esfuerzos posibles para provocar disturbios e incitar a la población a la desobediencia civil», afirmó Moghadam en declaraciones recogidas por la prensa local.
Irán ha sido escenario de protestas -violentamente reprimidas por las Fuerzas de Seguridad- desde que se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio, en las que venció por amplia mayoría el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, entre las protestas de fraude de la oposición.
El régimen iraní ha acusado de los altercados a Occidente, y en particular a Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, a los que responsabiliza de tratar de provocar lo que denomina una «revolución de terciopelo». Poco después de que estallaran los disturbios, las autoridades iraníes expulsaron al corresponsal permanente de la BBC en Teherán, John Leyne, y una semana después a dos diplomáticos británicos.
Además, detuvieron a nueve empleados iraníes de la embajada británica en Teherán, acusados de promover los disturbios, ocho de los cuales ya han sido puestos en libertad.
El jefe del Poder Judicial iraní, ayatolá Mahmud Hashemi Shahrudi, advirtió ayer de que su país emprenderá acciones legales contra los canales por satélite que han conspirado contra la estabilidad de Irán y de aquellos sitios web que han colaborado con ellos.
«Se deben iniciar acciones serias contra los canales por satélite que han actuado contra el país. Se deben investigar los objetivos de esos canales y determinar qué tipo de ayuda financiera, política y de inteligencia han recibido», dijo.
Las acusaciones al Reino Unido han creado una crisis entre Irán y la comunidad internacional, y en especial entre el régimen iraní y la Unión Europea.