El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló ayer por primera vez de la creación de un «Estado palestino» pero puso una serie de condiciones a la ANP que los portavoces palestinos calificaron de «sabotaje» al proceso de paz. En su primer discurso sobre el proceso de paz desde que entró en marzo en la oficina del primer ministro de Israel, Netanyahu sentó las condiciones para la futura reanudación de las negociaciones y enumeró que entre las dos de base está la de un estado palestino desmilitarizado.
«Israel no podrá aceptar un Estado palestino a menos que obtenga garantías de que estará desmilitarizado», dijo en un discurso que pronunció en la Universidad de Bar Ilan, a las afueras de Tel Aviv, en respuesta al que el presidente estadounidense, Barack Obama, dio en El Cairo a principios de mes.
Enemigos
«Hay que garantizar -matizó- que los palestinos no podrán introducir cohetes ni terroristas en su territorio, ni hacer alianzas con enemigos de Israel». Frente a una audiencia amiga, repleta de seguidores del movimiento sionista religioso, Netanyahu reafirmó su postura de que el proceso de paz debe salirse del marco acordado por el anterior gobierno israelí de Ehud Olmert y añadió que no piensa desmantelas colonias ni abrir negociaciones con Hamás.
Porque al pedir ayer a los países árabes vecinos que apoyen su visión de una «paz económica» -que ya ofreció en campaña electoral- reconoció a la vez que «esta no será suficiente» para resolver el conflicto de Oriente Medio, y asumió abiertamente la creación de un estado palestino al lado de Israel. Un estado que además de desmilitarizado no podrá tener control sobre su espacio aéreo, porque «existe el temor», dijo, «de que el estado palestino se convierta en un estado terrorista.