EFE-LA HABANA
El líder cubano Fidel Castro afirmó ayer que la decisión del presidente de EEUU, Barack Obama, de levantar las restricciones a los viajes de los cubanoamericanos a la isla «es positiva», pero «mínima».
«La medida de aliviar las restricciones a los viajes en sí es positiva, aunque mínima. Hacen falta otras muchas, incluida la eliminación de la Ley asesina de Ajuste Cubano, que se aplica exclusivamente a nuestro país en el mundo», señala Castro en un artículo en Granma.
Además, la iniciativa estadounidense contempla medidas para facilitar las comunicaciones con la isla e incluye un llamamiento al Gobierno de La Habana para que no interfiera en los envíos.
«No deseamos lastimar a Obama en lo más mínimo, pero él será presidente durante uno o dos períodos. No tiene responsabilidad con lo ocurrido y estoy seguro de que no cometería las atrocidades de Bush. Tras él, sin embargo, puede venir otro igual o peor que su antecesor. Los hombres pasan; los pueblos perduran», afirma Castro.
El líder cubano elogia a Obama al declarar que «existen otros problemas gravísimos, como el cambio climático, y el presidente actual de Estados Unidos ha decidido cooperar en ese problema vital para la humanidad».
«Debemos reconocerlo», añade el aún primer secretario del gobernante Partido Comunista.
Castro recuerda el 48º aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos, que se produjo en el litoral sur de la provincia de Matanzas, cuando unos 1.500 exiliados y mercenarios cubanos financiados y entrenados por Estados Unidos desembarcaron el 17 de abril de 1961 y fueron derrotados dos días después.
«Esa fecha no puede ser olvidada. La gran potencia del norte puede aplicarle la misma receta a cualquier país latinoamericano. Ya ocurrió muchas veces a lo largo de la historia en nuestro hemisferio», dice el ex presidente cubano, de 82 años.
«Nos gustaría escuchar alguna autocrítica del poderoso país y la garantía de que nunca volverá a producirse en nuestro hemisferio», agrega Castro, que no aparece en público desde julio de 2006 debido a una enfermedad intestinal que le obligó a dejar sus cargos.
El líder recuerda también el séptimo aniversario del intento de golpe de Estado en Venezuela y dice que «por el bien de la democracia y los derechos humanos, hace falta una voz que desde Washington nos diga que la Escuela de las Américas, especializada en golpes de Estado y torturas, será cerrada para siempre».
Castro se pregunta si la ley de Ajuste Cubano, que permite a los cubanos regularizar su situación en cuanto llegan a suelo estadounidense, utilizada para «combatir la Revolución Cubana y despojarla de recursos humanos, se concederá también a todos los latinoamericanos y caribeños.
En la anterior reflexión, de la pasada medianoche, el ex presidente afirmó que «Cuba ha resistido y resistirá», y que «no extenderá jamás sus manos pidiendo limosna».