OTR/PRESS-MADRID/ZARAGOZA
Tras confirmarse el viernes por la noche que España finalmente contará con una silla en la Cumbre de Washington del próximo 15 de noviembre, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció ayer una rueda de prensa en las escalinatas del Palacio de la Moncloa para agradecer al presidente francés, Nicolas Sarkozy, pero, sobre todo, a George W.Bush, que haya reconocido «la realidad de España» y, «lo que es más importante», que se haya comportado «como amigo de España».
Además, anunció que en los próximos días se reunirá con el líder del PP, Mariano Rajoy, así como con entidades financieras y agentes sociales para preparar la Cumbre de la semana que viene.
En su declaración, Zapatero agradeció a los líderes europeos y de otros países su respaldo a la presencia de España en la Cumbre, porque de esta forma se ha reconocido «el proceso de modernización» emprendido por España en los últimos 30 años y también su «capacidad de interlocución con otros países». En este sentido, recalcó que el éxito, más que del Gobierno, es «de todos los españoles»: «Me importa que el reconocimiento sea para España, ser un presidente y un Gobierno en democracia es transitorio, pero el reconocimiento de un país es lo que permanece en el tiempo».
A su juicio, todos los españoles pueden estar «satisfechos» porque la presencia en esta cumbre «no era fácil de conseguir» y lo que se ha logrado es el reconocimiento de 30 años de «camino brillante» por parte de la democracia española.
Para Zapatero, había llegado el momento de que el mundo reconociera a España «como una potencia» y por eso la Cumbre de Washington representaba «un objetivo en el que merecía la pena empeñarse».
Eso sí, advirtió de que ahora España tiene que «perseverar en la tarea» y tiene la responsabilidad «de consolidar este primer reconocimiento» de la comunidad internacional.