AGENCIAS
El presidente estadounidense, George W. Bush, ofreció ayer una declaración pública que sirvió como posicionamiento claro de su país en relación al conflicto entre Rusia y Georgia. Bush reprochó a Moscú el incumplimiento del acuerdo alcanzado para poner fin a las operaciones militares en su país vecino y le pidió que respete el alto el fuego.
Las noticias conocidas acerca del supuesto incumplimiento del Ejército ruso del alto el fuego son, a juicio de Bush, «contradictorias» con el acuerdo de paz firmado bajo la batuta de la Unión Europea. De esta forma, expuso en la Casa Blanca su preocupación por las acciones militares y exigió su cese.
Las palabras se completarán con hechos y con una doble misión: diplomática y humanitaria.
En el ámbito político, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice se desplazará a la capital georgiana para mostrar el apoyo a las autoridades locales, mientras ya han salido los primeros transportes estadounidenses con ayuda humanitaria. A un avión C-17 le seguirán en los próximos días tanto aeronaves como buques militares. «Rusia debe mantener su palabra y actuar para terminar esta crisis», afirmó Bush, pidiendo que no interceda en este despliegue y le permita su desarrollo con normalidad. Por su parte los Veintisiete coincidieron ayer en la necesidad de tener más observadores en Georgia para garantizar el cese efectivo de la violencia y se comprometieron a aumentar su implicación en la región, en apoyo de los esfuerzos pacificadores de la ONU y la OSCE.
En un encuentro extraordinario de ministros de Exteriores para analizar el conflicto de Osetia del Sur, la UE respaldó el acuerdo de paz pactado por la presidencia francesa de turno con los gobiernos ruso y georgiano.
El seguimiento de ese plan de paz se debatirá en septiembre en una nueva reunión informal de los responsables de Exteriores, aunque cualquier decisión definitiva deberá ser respaldada por un nuevo pronunciamiento del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los ministros felicitaron a París por el éxito de sus gestiones en nombre del UE y estuvieron de acuerdo en que, ahora, la prioridad es asegurar el respeto al alto el fuego y atender a las víctimas.
El responsable de Exteriores francés, Bernard Kouchner, explicó que, tras ver las consecuencias de la violencia en la población, su objetivo era parar las hostilidades con urgencia, para que las mujeres en la zona «no tengan que seguir viendo como cortan el cuello a sus hijos».