El lanzamiento de cohetes desde la franja de Gaza retomado el martes tuvo ayer su primera consecuencia en la tregua que Hamás y el Gobierno israelí iniciaron el jueves de la semana pasada. El Ejecutivo de Tel Aviv cerró como castigo los pasos fronterizos de Gaza de nuevo, mientras la Yihad Islámica advierte de que continuará lanzando proyectiles. Por otra parte, un agricultor palestino resultó herido de gravedad después de ser alcanzado también ayer por soldados hebreos en el sur de la franja.
Pese al alto el fuego, el martes pudo haberse convertido en el principio del fin de la tregua en Oriente Próximo, alcanzada con la mediación de Egipto, después de que la Yihad Islámica amenazase ayer con continuar las acciones perpetradas con cohetes caseros, como ya hiciese la víspera sobre Sderot. La advertencia coincidió con la decisión del ministro de Defensa, Ehud Barak, de cerrar los pasos fronterizos de Sufa, Nahal Oz y Karni.
De esta forma, se retomó el bloqueo de forma indefinida, cerrando el paso de alimentos, medicinas y equipamientos humanitarios, al tiempo que la entrada de Erez únicamente se abrirá para permitir la llegada a Israel de palestinos que precisen tratamiento médico. Sin embargo, los pasos fueron abiertos alrededor de las 8.00 horas para la entrada de las importaciones.
Hamás respondió a la medida a través de uno de sus portavoces, Sami Abu Zuhri, quien acusó a Israel de mala fe y de efectuar una «violación» del pacto acordado entre ambas partes, según informaciones de los medios locales. En este sentido, la organización islamista recordó que el lanzamiento de proyectiles se debe a otra facción radical y Hamás, en cambio, «está trabajando para implantar la calma», como destacó el dirigente Khalil al Haya.