EMILIA PÉREZ-LONDRES
Tras años de conjeturas, el ex primer ministro británico Tony Blair, actual enviado especial del Cuarteto para Oriente Medio, se ha convertido al catolicismo, la misma religión que profesan su esposa, Cherie, y sus hijos. Blair, conocido por sus fuertes creencias religiosas, abandonó el anglicanismo y fue acogido en su nueva fe por el primado católico de Inglaterra y Gales, el cardenal Cormac Murphy-O'Connor, en una misa celebrada el viernes por la noche en la capilla de la residencia oficial del también arzobispo de Westminster, en el centro de Londres.
«Estoy muy contento de dar la bienvenida a Tony Blair a la Iglesia Católica. Durante mucho tiempo ha asistido como un fiel más a misa con su familia y en los últimos meses ha estado siguiendo un programa de formación» a fin de prepararse para este momento, afirmó ayer el cardenal en un comunicado. Blair, que el pasado 27 de junio fue sustituido por Gordon Brown en la Jefatura del Gobierno británico, recibió la preparación doctrinal y espiritual de monseñor Mark O'Toole, secretario privado del arzobispo de Westminster.
Secreto
El deseo de Blair, de 54 años, de convertirse a la fe católica ha sido un secreto a voces durante años, toda vez que el ex primer ministro ha asistido a misa de forma regular junto a su esposa y sus hijos. Si no ocurrió durante sus diez años en el número 10 de Downing Street pudo deberse, según la prensa británica, a que ello habría creado un conflicto con la Iglesia Anglicana, ya que es el primer ministro quien elige a los obispos de esta confesión.
Aunque por ley no está prohibido que un primer ministro sea católico, ningún político de esa fe ha ocupado nunca la jefatura del Gobierno británico.
Tan sólo el rey (o la reina) de Inglaterra, como cabeza de la Iglesia Anglicana, y sus cónyuges no pueden ser católicos en virtud de una ley aprobada tras la llamada Gloriosa Revolución, que derrocó al último rey católico de este país, Jacobo II, en 1688. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, expresó la «alegría y el respeto» de la Santa Sede por la conversión al catolicismo de Blair. «La decisión de participar en la Iglesia católica, tomada por una personalidad tan importante, sólo puede suscitar alegría y respeto», dijo Lombardi. El portavoz vaticano añadió que «los católicos están muy contentos de acoger en su comunidad a todos aquellos que, a través de un camino serio y de reflexión, se convierten al catolicismo».