El hombre fuerte de Rusia, el presidente Vladimir Putin, afirmó que podría convertirse en primer ministro del país en 2008, ya que finalmente aceptó convertirse en el cabeza de lista del pro gubernamental partido Rusia Unida (RU) en las elecciones a la Duma (cámara baja rusa) del próximo 2 de diciembre.
«Acepto con gratitud vuestra propuesta de encabezar la lista de Rusia Unida», afirmó ayer Putin desde Moscú donde se celebraba el VIII Congreso de RU. El presidente ruso accedía así a las insistentes peticiones de los delegados del partido, que le pedían liderar la formación y garantizar así la continuidad del actual rumbo político.
Putin agradeció la petición desde el atrio del congreso. «Gracias de nuevo por estas propuestas. Fui uno de los fundadores de Rusia Unida, pero, al igual que la mayoría de los ciudadanos del país, no pertenezco al partido, no soy un militante», afirmó, «y quiero que eso siga así».
Condiciones
Sólo dos condiciones impuso Putin para aceptar la propuesta del partido de encabezar un Gobierno de RU en primavera: que el partido logre la victoria en las elecciones de diciembre y la elección de una persona «decente, competente, efectiva y moderna» para ocupar la Presidencia de Rusia, una persona «con la que sea posible trabajar». En marzo se celebrarán las elecciones presidenciales a las que intentará concurrir la coalición opositora Otra Rusia con el ex campeón de ajedrez Garry Kasparov como candidato y enemigo declarado de Putin.
«Dirigir el Gobierno es realista, pero aún es muy pronto para considerarlo», matizó Putin. La Constitución rusa impide que Putin se presente para ser elegido para un tercer mandato al frente de la jefatura de Estado del país e incluso se barajó la posibilidad de una reforma de la Carta Magna para habilitar una nueva reelección.
Las declaraciones de Putin se encontraron con la aclamación enfervorecida de los asistentes al congreso, ya que la presencia del actual presidente en la lista propiciará que RU conserve la actual mayoría de dos tercios en la Duma, dominio suficiente para plantear incluso una reforma constitucional. Unos 2.000 delegados e invitados de las distintas regiones de Rusia participan en este congreso al que también han acudido unos mil periodistas de diferentes países.