Un tribunal militar estadounidense absolvió ayer al teniente coronel del Ejército norteamericano, Steven L. Jordan, acusado de no controlar a los soldados bajo su mando que fueron acusados de cometer abusos a presos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, aunque sí le halló culpable de desobedecer una orden de no hablar sobre la investigación del caso con terceros.
Se trata del último militar de 12 acusados que se enfrentan a un juicio relacionado con los abusos perpetrados en dicha cárcel, escándalo que estalló en 2003, poco después de la invasión norteamericana en Irak y que puso en entredicho la reputación del Ejército estadounidense en una zona del mundo que pretende democratizar a ojos de la comunidad musulmana.
A pesar de que Jordan, de 51 años, no aparece en ninguna de las fotografías de los soldados que aparecen junto a detenidos, frecuentemente desnudos, en posturas dolorosas y humillantes, fue acusado de alentar y permitir un ambiente hostil y agresivo, propicio para conductas abusivas a presos.
El jurado, compuesto por nueve coroneles y un brigadista absolvieron a Jordan de tres delitos --trato cruel por obligar a los detenidos a permanecer desnudos y por intimidarles con perros; incumplimiento de su responsabilidad para entrenar y supervisar correctamente a los soldados bajo su mando en materia de reglas de interrogatorio humanas; y por falta de obediencia de una orden legal contraria a la utilización de perros en los interrogatorios sin la aprobación de un superior--, después de siete horas de deliberaciones.