EFE-LONDRES
Los nacionalistas de Alex Salmond, partidarios de la independencia escocesa, empezaron ayer a debatir sus opciones para formar Gobierno en Escocia, donde obtuvieron una histórica victoria en los comicios autonómicos del jueves. Los 47 miembros del Partido Nacionalista Escocés (SNP) elegidos para el Parlamento de Edimburgo se reunieron ayer por primera vez para celebrar el resultado electoral y analizar los pasos a seguir para presidir una administración escocesa.
Abierto ya en Reino Unido el debate sobre el independentismo, el líder del SNP, Alex Salmond, afirmó ayer que su nuevo grupo parlamentario ha iniciado conversaciones informales de cara al futuro ya que los 47 escaños obtenidos en estos comicios no son suficientes para gobernar en solitario en Escocia. En las elecciones del pasado día 3, el SNP desplazó al laborismo de Tony Blair como la formación con más asientos en el Parlamento, formado por 129 escaños.
Los laboristas sacaron 46 escaños, mientras que los conservadores (segunda formación británica) obtuvieron 17, los liberal demócratas (tercer partido del país) 16, los Verdes 2 y el otro escaño es del parlamentario independiente Margo McDonald.
Este ha sido un revés para los laboristas puesto que Escocia era su feudo histórico y porque habían dado la autonomía a los escoceses -a través del referéndum convocado en 1997- para calmar los deseos independentistas. Los partidos en Escocia tienen un plazo de 28 días para decidir sus alianzas y formar la nueva administración, que hasta ahora estaba integrada por los laboristas y los liberal demócratas.«Aún tenemos que mantener conversaciones en los próximos días y lo haremos de manera constructiva. Hemos tenido conversaciones informales, pero aún no hemos tenido negociaciones formales», afirmó Salmond junto a sus compañeros de fila en el Parlamento escocés.
«La gente ha expresado su opinión y la posición del país es bastante clara. Todos los políticos deben recordar la conversaciones que acabamos de tener con el electorado», subrayó el líder nacionalista. Entre las opciones que baraja el SNP, una es formar una coalición con los liberal demócratas y los Verdes, que juntos sumarían los 65 escaños necesarios para encabezar el gobierno escocés.